martes, 3 de agosto de 2010

Las chucuas villavicenses

Las chucuas villavicenses
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy (*)

Unas dos décadas atrás, cuando –por la vía a Puerto López- el perímetro urbano de Villavicencio no pasaba del sector de Semillano, era posible apreciar la amplia zona pantanosa que culminaba en el río Ocoa, ese tipo de paisajes en el léxico local recibía el nombre de “chucuas”.

Hoy día en el lenguaje técnico sabemos que dichos ecosistemas tienen por nombre “humedales”, presentes en diversos sectores de la geografía villavicense.

Añejos relatos dejaron saber que en época de lluvias a los dueños de fincas del sector de Caños Negros les era imposible usar la cercana ruta del cementerio central, debido a las infranqueables chucuas que por allí había. Ello los obligaba a utilizar el camino ganadero, que vadeaba los cinturones pantanosos de la zona conocida ahora como de Kirpas.

La desmedida avanzada urbanizadora que en los últimos decenios soporta el suelo de la capital metense, de forma indolente ha desecado chucuas y lagunas para levantar conjuntos habitacionales y comerciales.

Para hacer frente a estos daños ecológicos hace poco surgió la Mesa Interinstitucional de Humedales, ente que con base en la normatividad jurídica ya ha sentado precedentes.

A este grupo quiero expresarle la inquietud de manifestarse sobre la reciente intervención al sistema de humedal de Aguas Claras, en el cruce de las vías a Puerto López y al Terminal de Transportes. Los usuarios de esta ruta vemos que para adecuar esta unión tumbaron vegetación y rellenaron con balastro.

Al mismo organismo le dejo la idea de obtener en el Instituto Agustín Codazzi fotografías aéreas de Villavicencio, por épocas, para ver y analizar la preocupante degradación de lagunas, humedales y bosques que el territorio ha afrontado.
(*) Comunicador Social comunitario

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