martes, 20 de diciembre de 2011

El Calvario cumplió 100 años

El Calvario cumplió 100 años
Por: Óscar Alfonso Pabón Monroy (*)

Conforme a lo programado desde comienzos del año, en el pueblo de El Calvario se llevó a cabo su fiesta centenaria entre el jueves 8 y el lunes 12 de diciembre de 2011. Las tareas preparatoria y de cumplimiento de la programación demandaron arduas jornadas a la Junta Organizadora del Centenario, JOC, con sus respectivos comités.

Fui testigo de algunos de los eventos desarrollados tanto en Villavicencio como en el pueblo centenario, por ello puedo decir que resultó admirable la capacidad de trabajo que el equipo organizador impuso para alcanzar el objetivo, bajo las batutas del alcalde Jairo Morales y de la licenciada Lilia Velásquez, coordinadora de la JOC.

Destaco las siguientes obras de la fiesta aniversaria: la edición del libro “El Calvario cien años de historia mirando al Llano y a Colombia”, el calendario 2012 conmemorativo del centenario, la obra de arte “Nuestra riqueza”, terracota a campo abierto autoría de Ricardo Galán; el museo histórico municipal, el foro ambiental y de seguridad alimentaria, de igual manera el desfile de comparsas que recrearon hechos importantes de los primeros años del poblado.

Llamó también mi atención el ambiente rumbero de los calvariunos, que con igual desparpajo bailaron músicas carranguera interpretada por la agrupación del “Tocayo Vargas”, y tropical a cargo de la orquesta “Los Tupamaros” aportada por el Instituto de Turismo departamental.

Los actos protocolarios contaron con la presencia de dos obispos y dos diputados, en cambio no hubo representación del señor gobernador.

Indudablemente que cumplir un siglo de vida pueblerina amerita hacer fiesta grande por cuenta de los anfitriones y recibir regalos de significación comunitaria de parte de la administración departamental.

A la celebración de El Calvario tuve la oportunidad de ir y regresar por la ruta más usada, precario carreteable que lo conecta con Villavicencio por el sector de Monterredondo, sobre la vía a Bogotá.

Por razones que desconozco, cumplir 100 años de historia pueblerina no le mereció a ese territorio metense la atención tanto de la clase política como de la gubernamental, lo digo porque por el abrupto recorrido, sobre la jurisdicción departamental, no vi una sola valla que anunciara obra alguna financiada por la gobernación del Meta.

En fecha posterior a los festejos me encontré en la capital del departamento con el alcalde de El Calvario acompañado de su esposa, me contaron de su satisfacción por el éxito alcanzado en el centenario; así mismo, de su desaliento porque a la fecha el municipio no ha recibido los dos primeros premios ganados en concursos de pesebres comunitarios, organizados en años anteriores por el gobierno departamental.

Con mucho esfuerzo local los calvariunos disfrutaron la celebración del primer siglo de su pueblo fundado por el misionero Juan Bautista Arnaud, fiesta que sirvió para que retornaran hijos que tenían hasta 30 años de no visitar a su Patria Chica.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Pasó la histérica noche

Pasó la histérica noche decembrina

Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy


El pánico colectivo qu vivimos los habitantes de Villavicencio en la noche del viernes 2 y madrugada del sábado 3 de diciembre por la falsa alarma de quien por telefonía móvil infomó sobre una avalancha producida por fallas en la represa de Chingaza, se parece al impacto ciudadano producido en la noche del 30 de octubre de 1938 en Nueva York y New Jersey, cuando por idea de Orson Wells una emisora emitió la adaptación de la obra "La Guerra de los Mundos", dicho espacio radial con detalles y efectos sonoros relató una supuesta invasión marciana en dichos centros poblados.

Como en Villavicencio, los habitantes de las dos ciudades norteamericanas -que a tal hora ya descansaban en sus camas- sin verificar la noticia en medio de la noche cundidos de miedo y en pijamas corrieron despavoridos a protegerse, causando caos en las calles.

Las falsas noticias de allá con los marcianos invasores y de aquí con la fuerza de la avalancha de las aguas del Guatiquía, hicieron alterar los nervios de miles de personas, que bajo el imperio del descontrol mental y expuestos a todos los riesgos, en estampida nocturna abandonaron sus viviendas con tal de proteger sus vidas

Además de ubicar y judicializar al causante de la infundada alarma, muchos temas para analizarlos nos deja lo vivido en la histérica noche decembrina villavicense.

Triste suerte la de Villavicencio

Triste suerte la de Villavicencio
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy/ Comunicador Social comunitario

Justo a un mes de culminar el año 2011 quiero referirme a los siguientes asuntos recientes, que por sus contrastes llaman mi atención como habitante de la capital del Meta.

Anocheciendo el anterior lunes 28 de noviembre, al transitar por un centro comercial villavicense me crucé con el ex alcalde Franklin Germán Chaparro, quien poco hace que un juzgado de Bogotá lo absolvió de los cargos que lo llevaron a estar privado de su libertad, de inmediato recordé la escena de la televisión nacional que lo mostró el día en que fue detenido en Bogotá.

Habían pasado veinticuatro horas de ello, cuando escuché en primicia radial que al alcalde Raúl Franco una juez acababa de cobijarlo con medida de aseguramiento de detención domiciliaria. Eso quería decir que de nuevo desde la alcaldía seríamos noticia nacional.

El periódico Llano 7 días en sus ediciones del martes y miércoles de esta semana titula que el teatro La Vorágine “se cae a pedazos”, y que la fuente de la plaza de Los Libertadores es “un monumento a la desidia estatal”, coincide en esa misma edición el publirreportaje que incluye algunas de las grandes obras del gobierno departamental en Villavicencio.

Como es de todos sabido, el parque Los Fundadores también está fuera de servicio y abandonado por obras iniciadas a comienzo del año por la administración Franco. Llama la atención que los tres lugares citados no pasan de una década de construidos con multimillonarios presupuestos y que fueron orgullo local en su momento. Sin que suene a apología, hay que recordar que son de la cosecha de la administración de Luis Carlos Torres R.

Guardo la esperanza que en pocos años la ahora mostrable obra de cielos abiertos pensada para la gente y no para los carros, proyecto del gobernador que termina mandato, no caiga en el abandono por culpa de los gobiernos y de la comunidad.

Pero mírese por donde se mire, mi ciudad, nuestra ciudad, vergonzosamente está deteriorada en su estructura material y caótica en su cotidianidad, pero lo más inaudito es que está cobijada con la asombrosa indiferencia de un alto porcentaje de quienes la habitamos.

Así que somos culpables de esa triste suerte, que al final de cuentas es la triste suerte de cada uno de nosotros que la usufructuamos en beneficio personal, sin brindarle gratitud y respeto ciudadano.

Fiesta centenaria en El Calvario

Fiesta centenaria en El Calvario
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy /Comunicador Social comunitario

Mediando el año 1998 fui por vez primera a El Calvario en ese viaje tuve entre otras oportunidades la de conocer el clausurado primer templo parroquial, al que después demolieron sin respetarle su valor cultural.

Su particular composición arquitectónica y urbanística me llevó a compararlo con un Pueblo de pesebre, así lo consigné en la nota periodística titulada “El Calvario, una ruta por descubrir”, publicado por Llano 7 días, en dicho artículo conté de las bellezas naturales y culturales de esa fría región.

Entonces, en la memoria local y nacional estaba fresco el ingrato episodio conocido como “la pesca milagrosa”, colectivo secuestro perpetrado por la guerrilla sobre la vía a Bogotá, del cual el caserío también fue escenario.

El Miércoles Santo de 2008, de regreso de San Juanito volví a pasar por El Calvario, aquella tarde contemplamos dos atractivos sitios naturales cercanos al casco urbano, primero el salto de agua “El chorrerón” y luego la enigmática “Cueva del diablo”; dicha correría lo organizó el diputado José Luis Silva V.

En febrero de este año amablemente fui invitado por el pedagogo Sérvulo Velázquez a la primera reunión de la colonia calvariuna residente en Villavicencio. El motivo central era determinar la manera como celebrarían el primer siglo de fundación del cordillerano asentamiento humano.

En ese evento, presidido por el alcalde Jairo Morales T., luego de los efusivos abrazos de saludo, los asistentes se agruparon para asumir tareas preparatorias allá y acá, y acordaron que en diciembre sería la centenaria fiesta.

Desde entonces y bajo la coordinación general de la licenciada Lilia Velásquez se desarrollaron actividades de diversas temáticas, con admirable participación ciudadana. Así, ha habido mercados campesinos, banquete pro centenario, foros, diseño de la cátedra de historia municipal y la edición del libro “El Calvario cien años de historia: mirando al Llano y a Colombia.

En reciente evento de presentación del centenario en la capital metense, el alcalde Jairo Morales se refirió a su pueblo como “rincón del departamento del Meta”, yo apunté que El Calvario más que un “rincón” es un balcón enclavado en fría zona limítrofe con Cundinamarca.

No es común entre los metenses apostarle en bloque comunitario a los aniversarios de sus pueblos, por ello hay que reconocer que los calvariunos nos han dado tremendo ejemplo.

Un dato histórico del poblado es que los primeros momentos de su proceso fundacional se remontan a los tiempos de la extracción quinera, en las últimas décadas del mil ochocientos, y de la Guerra de los Mil Días, cuando huyendo de tal conflicto personas oriundas de Quetame llegaron a ese territorio, cuyo primer nombre fue El Baldío.

En el anterior mes de marzo entrevisté a don Pedro Antonio Alvarado, descendiente directo de los fundadores de El Calvario. Entre los muchos datos que me contó, recuerdo el de la manera como los dos primeros habitantes tuvieron que vivir durante un buen tiempo aprovechando un abrigo rocoso, léase cueva, como en tiempos precolombinos.

Al parecer, ese sitio queda cerca del pueblo. También me habló de los diferentes caminos que desde Quetame partían rumbo al naciente caserío.

La fiesta de la Inmaculada Concepción del 2011 marcará el retorno de los calvariunos a su Patria Chica. En esos días los hijos ausentes y los que continúan allí, se encontrarán y con júbilo celebrarán el siglo de fundación de El Calvario, ocurrida bajo la tutoría de la comunidad montfortiana, cuyos religiosos con apostolado y estoicismo guiaron su desarrollo espiritual y material.

Llaneridad en Lejanías

Llaneridad en Lejanías
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy/Comunicador Social comunitario

A menudo folcloristas y llanerólogos expresan preocupación porque en sitios de Arauca, Casanare, Vichada y Meta baluartes del folclor regional se han perdido sentires de la cultura llanera.

Pero mientras cunde esa inquietud, con sorpresa encuentro que en un lugar metense sin nexos con las raíces llaneras, en alguna medida se cultivan elementos del territorio llano.

Lejanías es un pueblo del Alto Ariari surgido a partir de colonización espontánea y dirigida desde el centro del país, esa región se próxima a los 30 años de vida municipal. Por un proyecto cultural voy allá en los últimos meses. En ese contacto me he dado cuenta de los siguientes ejemplos de apropiación llanera local.

La alcaldía desde su academia de joropo con baile y música sensibiliza a la juventud. Poco hace que representó al Meta en un encuentro folclórico nacional en San Basilio de Palenque, Bolívar. También el pueblo en tres ocasiones ha sido sede del Guape joropazo, callejero evento de baile.

En lo referente a la discografía, los equipos de sonido de los bares con alto volumen entre rancheras, carrilera y vallenatos, dejan sonar joropos de Walter Silva y de Villamil Torres.

A su vez la gastronomía está presente en la cotidianidad pueblerina, puesto que en la mañana o al anochecer ambulantes vendedores de comida por las calles ofrecen hayacas.

Junto a lo anterior, en las fiestas lejanienses se dan las tardes de coleo en una sencilla manga ubicada al otro lado del río Guape, colmada por el público en cada jornada.

Hoy la compleja dinámica cultural metense así delimita el territorio folclórico llanero, con fronteras en municipios de poblamiento andino, como en el caso de Lejanías.

viernes, 28 de octubre de 2011

Agricultura orgánica en Lejanías

Agricultura orgánica en Lejanías
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy/ Comunicador Social comunitario

En cumplimiento de un proyecto cultural, a partir de septiembre de este año he tenido contacto semanal con algunos habitantes de sectores del municipio de Lejanías. Ello me ha dado la oportunidad de conocer gratas experiencias de orden agrícola que en el área rural de esa municipalidad suceden.

Es preciso informar que las cordilleranas tierras de aquella región por obra de Dios y de la naturaleza son de las más fértiles del departamento del Meta.

Un buen día el alcalde Henry Beltrán D. me puso en contacto con el lejaniense Técnico Agrícola José Manuel Galindez, quien quería compartir conmigo detalles de un ejercicio campesino de sustitución de cultivos de uso ilícito por café, proyecto apoyado financieramente por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo, USAID, con la Fundación Natura y la Iniciativa para la Conservación en la Amazonia Andina, IICA, y coordinado por él.

La experiencia exitosa acaecida en Lejanías la publicaron en el lujoso libro “Amazonia Andina: pueblos, conservación y desarrollo”, editado en el año 2011. Algunos apartes son los siguientes:
“Galíndez explica que cuando la Fundación Natura comenzó a trabajar en el Meta, bajo IICA hace dos años, aproximadamente la tercera parte de los agricultores cultivaban coca además de café, con un promedio de una a dos hectáreas del cultivo ilícito por finca. En abril de 2011, todos menos uno de los agricultores participando en el proyecto, habían sustituido su coca por el café”.

“Hemos hecho mucho énfasis en la importancia y los beneficios de la agricultura sostenible y la conservación del medio ambiente. Les dimos la idea de buscar un Sello Verde para ser reconocidos como productores con prácticas sostenibles y buscar mejores alternativas de comercialización, como también dar un paso en la conservación de los recursos naturales para el bienestar de sus familias y de su comunidad”.

El libro en referencia informa “Que de 2005 a 2010 Alirio Carrillo producía coca en las dos hectáreas donde ahora siembra café, pero debido a los problemas asociados al cultivo ilícito y los elevados precios del mercado del café, decidió seguir los consejos de José Manuel Galíndez, Técnico Agrícola de la Fundación Natura, y arrancó las plantas de coca para reemplazarlas con café”.

Me cuenta Manuel Galíndez que en el departamento del Meta, luego de los pocos años de iniciado el proyecto en total ya son 278 fincas certificadas con Sello Verde europeo por buenas prácticas agrícolas. De éstas 76 son jurisdicción de Lejanías, las demás de Cubarral, El Dorado, El Castillo y Mesetas.

En febrero anterior a dichas fincas cafeteras les fue expedida la licencia de Sello Verde 4C, por parte de la Association for e better coffe word, la cual tiene vencimiento el 1 de diciembre de 2013.

Significa ello un alto reconocimiento a quienes forman parte de este ejercicio rural, en el cual se funden factores económicos, sociales, culturales y ambientales, que en últimas le dan desarrollo integral al territorio metense.

En alta proporción el norteamericano proyecto de sustitución de cultivos de coca por café con prácticas amigables con el medio ambiente, se ejecuta en zona de influencia del Parque Nacional Natural Sumapaz, el páramo más grande del mundo compartido por los departamentos de Meta y Cundinamarca, el mismo en donde nacen entre otros nuestros ríos Ariari, Guape y Güejar.

Lejanías tendrá parque

¡Lejanías tendrá parque central!

Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy/ Comunicador Social comunitario

Luego de algunas vistas fugaces al relativamente joven pueblo de Lejanías y de recaudar información local, en el mes de marzo de 1990 le escribí una reseña histórica en la desaparecida revista Trocha, fundada y dirigida por don Leonidas Castañeda.

En dicha nota contenida en la edición No. 170, páginas 18 y 19 dije: “éste es el único pueblo de los que conozco que no tiene conformado su parque principal, está el lote, pero qué bueno sería que los habitantes y las autoridades se unieran y entre todos trabajaran para hacer el parque con árboles y jardines, aprovechando el buen clima que tiene la ciudad de las piedras, como también llaman a Lejanías”.

Pasaron los años y en 2001, en la colección monográfica El Meta y sus municipios, publicada por el periódico Llano 7 días sobre la municipalidad de Lejanías expresé: “Es el único pueblo del Meta y quizá del país que no tiene parque central”.

Para entonces el gran lote dispuesto desde los tiempos del nacimiento del poblado había sido utilizado con la ubicación de casetas comerciales, las que colmaron su área topográfica.

De ese modo, todas las generaciones de lejanienses han vivido sin disponer de un espacio de encuentro o parque central tan común y necesario en cualquier poblado del mundo, tema por demás digno de una investigación de orden sociológica.

En la secuencia cronológica que a este particular tema le he llevado, me corresponde ahora contar que cuando la jurisdicción se apresta a celebrar en noviembre de 2011 los 30 años de la aprobación de la Ordenanza que elevó a Lejanías a la categoría de municipio, igual se enrumba a la construcción de la obra urbanística que le quitará el título de ser el único pueblo del departamento y quizá del país que no tiene parque central.

Es un compromiso y empeño de su alcalde, ingeniero Henry Beltrán Díaz, con el apoyo de la gobernación metense. A la fecha desde la administración local se cumple la última fase del proceso jurídico con las personas que tienen las casetas dentro del área históricamente asignada para el espacio de esparcimiento público.

De ahí que quizá a mediados de octubre comience la construcción del soñado céntrico parque del municipio de Lejanías bautizado ya como “Nueva Alenjadría”, nombre correspondiente al original del caserío fundado en la región del Alto Ariari.

La valla con el recuperado nombre y las especificaciones técnicas del parque desde hace un mes así lo cuenta en una de las esquinas del terreno.

Luzmila la Bióloga

Luzmila la bióloga
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy/Comunicador Social comunitario

Recién desempacada de la Universidad Nacional y estrenando su cartón de grado que la acreditaba como Bióloga, llegó a la Unillanos cuándo dicha institución era aun naciente dentro del colegio INEM Luis López de Mesa de Villavicencio.

Desde entonces y hasta los tiempos presentes a ella le ha correspondido ser Maestra de la gran mayoría de cohortes de Ingenieros Agrónomos que en sus 36 años de vida académica la Universidad de los Llanos ha entregado a la sociedad. También lo ha sido de otros programas académicos de esa Alma Mater.

Natal del Tolima pero por más de siete lustros arraigada al Meta, en silencio ha logrado ser una destacada profesional en el campo de la biología vegetal. Su trabajo científico trasciende el Océano Atlántico, puesto que en España participó en un proyecto relacionado con la Expedición Botánica de José Celestino Mutis.
No obstante lo anterior, y de manera paradójica ella es más conocida en los círculos nacionales que en su misma Unillanos del alma, institución en la que en 1987 fundó el Herbario con la financiación del Instituto Colombiano para la Educación Superior, ICFES. Tres años después obtuvo el reconocimiento institucional mediante el acuerdo 106 de 1990 expedido por el Consejo Superior de la universidad.
Dicho centro científico en 1997 recibió del Missouri Botánica Garden otro aporte financiero para adecuar sus instalaciones y adquirir bibliografía. Cuando en el año 2000 cumplió la ley y la normatividad del Ministerio de Medio Ambiente, la colección del herbario con el acrónimo “Llanos” fue registrada ante el Instituto Alexander Von Humboldt.
En la sede Barcelona de la Universidad de los Llanos existe ese banco que guarda algo más de 10.000 muestras de especies vegetales, todas propias de la región orinoquense. En alto porcentaje los ejemplares coleccionados están identificados por familia, género y especie.
Desde su nacimiento el herbario ha estado bajo la dirección de Luzmila Quiñones Méndez, personaje a quien desde este espacio de Tierra Mágica estoy rindiendo homenaje de gratitud por la entrega que como Bióloga le ha prodigado al estudio de la flora orinoquense.
A ella en el Congreso Nacional de Botánica celebrado recientemente en la Univalle, le fue conferida una distinción por sus aportes a esa ciencia, cuya carta de presentación es el Herbario antes citado.
Días después me contó cómo al tiempo que en Cali recibía ese reconocimiento de parte de sus colegas nacionales, en su institución por escrito le avisaban lacónicamente que era tiempo de pensionarse.
Me complace ser amigo de Luzmila desde sus primeros meses de vinculada a la Unillanos. Cuando la entidad cumplió 34 años de vida académica desde mi cargo de Coordinador Cultural organizamos un tributo al Herbario Llanos, centro especializado del que la población unillanista poco sabe que existe.

Luzmila Quiñones Méndez sí que se merece Centauros de Oro, Lanzas Llaneras y todas las otras condecoraciones que nuestros gobiernos entregan en medio de pompas a personajes con menores desempeños en bien del departamento que los que ella acredita.

Por supuesto que eso no trasnocha a esta disciplinada y sencilla científica, cuya obra sobre botánica regional nos da lustre a los llaneros.

De nuevo: ¡gracias Luzmila!

Apogeo y decadencia de una ruta

Apogeo y decadencia de una ruta*

Por: Óscar Alfonso Pabón Monroy /Comunicador Social comunitario, investigador de la historia y la cultura llanera

Cuando el gobierno del presidente Virgilio Barco inició su gobierno, el Comité de Evaluación y Análisis del Departamento Administrativo de Intendencias y Comisarías, Dainco, a cuyo cargo estuvo tanto el estudio de las problemáticas de dichos territorios, así como conceptuar fórmulas para la incorporación a la economía del resto del país, en su informe incluyó la recomendación de “volver a navegar los ríos limítrofes sobre los cuales para que en ocasiones algunos de nuestros vecinos desconocen nuestros derechos y hay que volver a navegar los ríos que nos son comunes en la forma estipulada en tratados internacionales existentes”.

Con base en ese documento, a continuación se esbozan momentos históricos de la navegación llanera a través de los ríos Meta y Orinoco (con sus afluentes), importante vía natural para salir al Océano Atlántico.

Antes que europeo alguno tocara aguas y tierras de la región, sus comunidades indígenas en curiaras navegaron la copiosa red hídrica, estableciendo entre sí comercio a partir del trueque.

La frenética búsqueda del Dorado hizo que el río Orinoco fuera navegado en 1531, entre el golfo de Paria hasta las cercanías del actual Puerto Ayacucho en Venezuela, por las huestes de Diego de Ordaz. Luego Alonso de Herrera, uno de los integrantes de la primera expedición, lo remontó y en 1535 ingresó durante un mes por las corrientes del Meta del que se decía tenía mucho oro en sus cabeceras.

Producto de un enfrentamiento de los europeos con hostilizados aborígenes del territorio, Herrera resultó herido de muerte con una flecha envenenada con curare. Las tierras costeras del Meta fueron tumba de su “descubridor”.

Décadas después, Alonso de Berrío (pariente político de Gonzalo Jiménez de Quezada) resultó ser el primer blanco en descender al río Meta por su afluente el Casanare. En viaje posterior recorrió la ruta fluvial Casanare-Meta-Orinoco-Océano Atlántico llegando a la isla de Trinidad.

Los misioneros evangelizadores que a la región ingresaron hacia 1630, se sirvieron de de las redes hidrográficas de la dilatada región llanera para llegar a los núcleos indígenas y cumplir su tarea catequizadora.

Con el correr de los coloniales años se desarrolla el tránsito acuático en toda la Orinoquia, permitiendo intercambios comerciales en escala menor, debido a la poca capacidad brindada por bongos, bergantines y curiaras.


El apogeo:
El flujo comercial se oficializó hacia 1771, año en que mediante una Cédula Real se autorizó intensificar el comercio por los ríos Apure, Arauca y Meta y en 1778 la Corte de Madrid abrió los puertos de Venezuela y España para comerciar recíprocamente, buscando frenar la competencia desleal que Holanda le hacía con sus mercancías.

Fueron los finales meses de 1818 testigos del nacimiento de la navegación a vapor por el río Orinoco, cuando un buque logra ingresar por el golfo de Paria.

El Estado en un intento por desarrollar la producción nacional, en 1821 libera los aranceles de importación para bienes y equipos, como: semillas y maquinaria agrícola, de explotación minera, de explotación textil, de explotación naviera, etc.

Luego se da el primer paso en procura de legalizar la navegación a vapor por el río Meta y sus tributarios. El 5 de agosto de 1823 el Congreso de Colombia, mediante decreto firmado por el general Santander obrando como Vicepresidente de la República y encargado del poder ejecutivo, concede a James Hamilton (súbdito inglés y servidor de la Independencia con dotaciones para la guerra traídas desde su país e ingresadas a la Nueva Granda por el Orinoco), el privilegio para explotar dicho afluente desde Santo Tomás de Angostura. Por incumplimiento del europeo el contrato se canceló.

De nuevo el poder ejecutivo colombiano en 1856 reglamentó el flujo comercial con la Nueva Granda, creando un resguardo en el puerto de El Amparo sobre el río Arauca. Por este mismo año los capitanes Martín Höler y Edwards G. Steed recorrieron en el vapor Meta el río del mismo nombre, llegando 33 millas arriba de Orocué, es decir hasta las bocas de Cravo Sur, en donde naufragaron.

Un año después el capitán Treviranus en el vapor Barinas repitió esa correría, llegando a Cabuyaro, puerto distante 84 millas de Orocué. Dejó allí su nave y fue a Bogotá a solicitarle al Congreso el privilegio para navegar aquel río con vapores, petición que por Ley le fue concedida pero que fue objetada por el presidente Mariano Ospina R.

En 1861 el gobernante nacional Tomás Cipriano de Mosquera decretó la libre navegación a vapor por el Meta y sus afluentes, para barcos nacionales y extranjeros. Tras ésto surgen propuestas para la explotación de dichas rutas, como las de Juan Díaz E. y Sergio Convers y Cía.

Al cabo de unos años mediante licitación internacional al francés José Bonnet le fue adjudicada la explotación comercial, por 20 años, de la vía río Meta hasta el Orinoco. El 10 de octubre de 1893 el barco El Libertador con mercancías libres de impuestos, partió de Ciudad Bolívar (Venezuela).

El viaje se cumplió en 7 días y 4 horas hasta Orocué, subiendo hasta Puerto Barrigón sobre el Humea, punto distante 70 kilómetros de Cabuyaro. Regresó con pasajeros, café. Cacao, pieles y caucho, recorrido que duró 5 días entre Orocué y Ciudad Bolívar.

En los finales del siglo XIX y hasta las primeras décadas del nuevo, el puerto casanareño de Orocué alcanzó significativo florecimiento comercial y social. Su estratégica ubicación lo hizo atractivo para ciudadanos de Venezuela y Alemania, al punto que allí hubo una delegación diplomática del país europeo.

Los alemanes cumplieron ejercicios comerciales desde puertos de su país con destino en el de Orocué y viceversa, intercambios en los que se manejaron la moneda de allá y las morrocotas de oro nuestras. A su vez, la cotidiana vida social colombiana del poblado recibió la influencia de rasgos culturales alemanes y venezolanos.

Por efectos de la referida actividad comercial de aquellos dorados días, ganaron importancia los metenses puertos de Cabuyaro y Puerto Barrigón, puntos de acopio para la distribución de mercancías importadas y de la producción agropecuaria nuestra. Así, por vías terrestres los bienes extranjeros desde Cabuyaro se enviaban para Cundinamarca por la región de Medina y desde Puerto Barrigón para Villavicencio, pueblo en el cual funcionó una tienda importadora exportadora de la firma Bonnet.

En los itinerarios de la Comisión Corográfica realizada por Agustín Codazzi a comienzos de la segunda mitad del siglo XIX, está el del recorrido fluvial entre Cabuyaro hasta el Orinoco, tramo de 152 leguas equivalentes a 760 kilómetros que se cubría entre 15 y 24 días en verano, y entre 12 y 18 días en invierno.
En la época de sequía al Meta lo navegaban barcos a vapor con calado de 11/2 metros, y
en tiempo de lluvias naves de porte mayor, con un peso promedio de 200 toneladas.

Ejemplo del éxito alcanzado por la navegación de esta ruta es el encuentro, en 1894, de los vapores Guanare, venezolano y Libertador, colombiano, motivo que despertó regocijo en el punto de San Rafael, sede de una oficina de la Aduana nacional.

Con interregnos en las primeras décadas del siglo XX la navegación comercial se cumplió, produciendo mejoramiento a la sociedad llanera.

Momentos para destacar fueron: el establecimiento, hacia 1957, de una Base de la Marina (Navenal) en Orocué; la reactivación del comercio a la altura de Puerto López, por causa del desastre invernal a la red de carreteras en 1986. Del mismo modo, la llegada a Puerto López a través de las aguas del Atlántico y ríos Orinoco y Meta de las partes para la termoeléctrica de Ocoa, pesada carga embarcada en USA.

La decadencia:
El declive de este emporio comercial tuvo motivos de diversa índole, algunos de los cuales se citan a continuación.

 En tiempos del virreinato se empezaron a gestar inquinas de comerciantes ribereños del Magdalena contra sus colegas de la ruta Meta-Orinoco, diciendo que su comercio era ilícito. El poder político de esa región jalonó caminos y líneas ferroviarias que conectaron a sus puertos, produciendo acelerado desarrollo económico. Ésta atención jamás la tuvo la región llanera.
 Asuntos de orden político internacional con Venezuela, acaecidos en la guerra de los Mil Días (1899-1902), hicieron que ese país prohibiera la libre navegación por el Orinoco.
 El naufragio de algunos importantes vapores
 La sedimentación acelerada del cauce, por culpa de la deforestación de las cuencas de los afluentes

Bibliografía consultada:
 El Orinoco río de Libertad: Gómez P. Rafael, Banco de la República, Bogotá, 1978
 Una excursión al Territorio de San Martín: Restrepo E. Emiliano, editorial ABC, Bogotá, 1957
 Lo que nos contó el abuelito: Imprenta San José, Villavicencio, 1942
 Gaceta de Colombia, 4 tomos, Banco de la Repúlica, Bogotá, 1963
 El Dorado: Rothlisberger Ernest, Banco de la República, 1963
 El liquilique: Ruiz Ch. Jairo: revista Trocha No. 105, Villavicencio, 1984
 El Espectador, Bogotá, julio 20 de 1986
 Colombia 1822: Archivo de Economía Nacional, 2 tomos, Banco de la República, Bogotá, 1974
 Nueva Geografía de Colombia: Vergara y Velasco 1901, 3 tomos, Banco de la República, Bogotá, 1974
 Arreglo de límites entre la República de Colombia y la República de los Estados Unidos de Venezuela: Ministerio de Relaciones Exteriores, Bogotá, 1979
 Geografía Física y Política de la Confederación Granadina: volumen III, tomo I, obra dirigida por el General Agustín Codazzi. Editora Géminis, Bogotá 2000

(*) Texto recobrado, editado y actualizado

miércoles, 31 de agosto de 2011

Ecos del "2do. Encuentro con la historia de los Llanos"

Ecos del “II Encuentro con la historia de los Llanos”

Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy/ Comunicador Social comunitario, investigador de la Historia y la Cultura regional

Resulta paradójico que la Unillanos sin tener programa académico de Historia haya sido matriz para el nacimiento de dos eventos académicos de esta ciencia. El primero fue el Simposio de Historia de los Llanos Colombo Venezolanos, de carácter internacional cuya primera edición se cumplió con inusitado éxito en Villavicencio en el año 1988.

Desde entonces, cada dos años este certamen se ha realizado en llaneras ciudades de Colombia y Venezuela, el más reciente fue en Támara, Casanare y el del 2012 será en San Juan de los Morros capital del estado Guárico, Venezuela.

De más reciente data es el Encuentro con la Historia de los Llanos, cuya segunda edición ocurrió en el mes de agosto último, orientado desde su aparición por la Oficina de Internacionalización y el grupo Investigativo TRADO del programa de Economía.

Coincidencia grande es que estos certámenes de historia unillanistas han tenido la vinculación de la notable historiadora norteamericana Jane Rausch.

La segunda versión del Encuentro con la Historia de los Llanos, ocurrida en el auditorio Jaime Garzón de la sede San Antonio los días martes 23 y miércoles 24 de agosto de 2011, me permitió observar una particular sinergia entre los participantes, léase ponentes y el público.

Ese encuentro de gustos y pensamientos críticos sobre nuestra historia regional coadyuvaron al éxito del certamen, que tuvo la alianza de la ESAP con su grupo de investigación Estado y Poder.

Otro aspecto que quiero resaltar es que el certamen también fue lugar de encuentro de investigadores históricos de significativa trayectoria con noveles figuras de ese ejercicio académico, en su mayoría oriundas del territorio, quienes presentaron trabajos sobre nuestro pasado en los cuales con rigor académico expresan contenidos y análisis profundos.

Indudablemente este efecto, o valor agregado, evidencia para bien el relevo generacional con la mira puesta en la historia orinoquense, ciencia social a la que en nuestra región se le brinda poca relevancia en lo pertinente al apoyo investigativo, por parte de las instituciones oficiales y privadas.

De especial significación dentro del II Encuentro con la Historia de los Llanos fue la presentación del libro “De pueblo de frontera a ciudad capital: la historia de Villavicencio, Colombia, desde 1842”, en su traducción al idioma español, cuya autora es Jane Rausch.

Este producto bibliográfico fue posible gracias a la alianza Unillanos-Banco de la República, sede Villavicencio. Su edición en inglés ocurrió en el año 2007 en Estados Unidos.

Una de las inquietudes surgidas entre el público asistente a esta segunda versión del Encuentro es la de Omar Eduardo Gómez Reina, villavicense Maestro en Artes Plásticas, quien plantea la urgente necesidad de fundar en la capital del Meta bien un Centro Interdisciplinario de Estudios Sociales o un Observatorio de Estudios Sociales y Culturales de la región.

Hay que decir que el certamen de excelente factura académica sobre la historia del territorio, merece mayor articulación con las diferentes dependencias de la Unillanos relacionadas con su temática, pues como sabemos este centro de educación superior tiene como radio de acción la Orinoquia colombiana.

Se anuncia que la tercera versión del evento tendrá modificaciones en su metodología y contará con la participación de invitados internacionales.




Cuatro décadas de momentos culturales

Cuatro décadas de momentos culturales

Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy /Comunicador Social comunitario/ Ex Director de la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán

Con el nacimiento, en la década del setenta, de la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán de Villavicencio, soportada por dos fuertes columnas: la Biblioteca Pública y la Escuela de Artes la capital metense entró a disfrutar de una entidad dedicada a generar procesos culturales en una ciudad que comenzaba a romper su angosto perímetro urbano.
Antes se había fundado la Academia Folclórica departamental, especializada en las disciplinas de música y baile llanero.

La institución que en agosto de 2011 llega a su XXXX aniversario de vida, ha coadyuvado tanto al nacimiento como al apoyo de otras de finalidades comunes, no solo de Villavicencio sino del departamento.
A través de los años de servicio ha sido modelo para los demás municipios metenses, de manera principal con su biblioteca que es piloto, la que además, ostenta el título de Biblioteca Patrimonial del Meta.

A partir de su creación con la Escuela de Música fue pionera a nivel regional en la enseñanza no formal de canto lírico, con planes de estudio elaborados por reconocidos pedagogos. Para dictar las clases fueron llamados Maestros de renombre nacional. Fruto de ese proceso formativo fue el coro de la entidad.

Mientras la Orinoquia crecía en población y los sentimientos por las raíces llaneras se sembraban a partir de festivales y academias, la Casa de la Cultura villavicense con los servicios acercaba a sus usuarios al contexto universal, como hoy lo sigue haciendo.

Hay que decir que en los cuarenta años de vida que cumple la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán, nombre que ya perdió, la Orinoquia colombiana con políticas de gobierno y más por dinámicas de la sociedad civil ha despegado en los aspectos artísticos y culturales, aunque la preponderancia la sigue teniendo el folclor llanero.

Quizá el Meta es el territorio de la región que en dicho período mayores avances ha logrado en campos como las artes plásticas, audiovisuales y escénicas, así como en bibliotecas públicas; de igual manera, sus ancestrales comunidades indígenas han sido visibilizadas y el pasado precolombino afloró con los hallazgos Guayupes en Puerto Santander, pueblo sede del único museo arqueológico de estos lares.

En la parte periodística nacieron y murieron publicaciones impresas como las revistas Oriente y Trocha, así como la desaparición de Eco de Oriente el más antiguo de los periódicos locales que tuvo tres vidas. También nació Llano 7 días, que justo en este año por asuntos no periodísticos dejó de tener el sabor regional. Del mismo modo, los villavicenses comenzamos a disfrutar de la televisión y de la radio en frecuencia modulada (FM).
Dentro de las grandes instituciones que le sucedieron a nuestra Casa de la Cultura, por su positivo impacto en la construcción del pensamiento regional destaco a la Unillanos, primera Alma Mater de la media Colombia que acaba de cumplir su 36 aniversario. También el surgimiento de la dependencia departamental regente de la Cultura, antes solo existía la de Turismo.

Nuestra cuarentona entidad cultural ha sido matriz de proyectos artísticos, indudablemente el más significativo es la Corporación Batuta Meta, de la que fue progenitora en los años finales del anterior siglo. Como antecedente de la hoy afamada orquesta infantil y juvenil, recuerdo el esfuerzo que hizo la directora Rosita Hoyos de Mejía, Q.E.P.D., para organizar la agrupación infantil con los instrumentos Orf donados por una entidad gubernamental.

Pero hay que decir que en la lucha por su supervivencia financiera también es ejemplo, puesto que desde su creación y a pesar del demostrable alto impacto de beneficio a varias generaciones de villavicenses, las crisis presupuestales nunca la abandonaron.

Así, en el olvido no puede quedar la anécdota de su fundadora Maruja Hernández de Gil, Q.E.P.D, más conocida como Mayuya, quien de manera altruista cuando ofició como directora optó por no cobrar su salario mensual.


Dos lugares para visitar

Dos lugares para visitar

Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy/Comunicador Social comunitario

Los metenses debemos sentirnos orgullosos y agradecidos con Dios y con la naturaleza por tanta riqueza ambiental que le prodigaron a este suelo que habitamos. En este espacio de Tierra Mágica he sido y seguiré siendo reiterativo contando sobre sitios naturales y culturales hermosos que forman la geografía departamental y regional.

Con este preámbulo me dispongo seguidamente a narrar aspectos de dos lugares poco conocidos a los que podemos ir a conocer y disfrutar, puesto que allí ocurren ejemplares misiones ecológicas, que merecen el reconocimiento de la sociedad.

Reservas Naturales Rey Zamuro y Matarredonda (Renarzam): está ubicada en la vereda La Novilla del municipio de San Martín, para ser ecuánime debo decir que a estas dos propiedades se suma la de Las Pampas y que las tres son colindantes con la famosa finca de Matupa.

La característica que al entrar en contacto con sus propietarios de inmediato llama la atención, es que desde la segunda mitad del siglo XIX pertenece a la familia Enciso, lo que quiere decir que su tenencia es de centenario tipo familiar.

De otro lado, la topografía de dichas fincas es de sabana y serranía, situación física que les da connotaciones ambientales de particular complejidad en su flora y fauna nativas, además de tener espejos de agua y ser nacimiento de muchos caños, cañadas y hasta ríos.

Salvo las labores de ganadería no extensiva, la principal actividad que los Enciso allí manejan es la de la preservación y el amigable uso toda la riqueza ambiental de la gran área de reserva, de aproximadamente 1.200 hectáreas, que comprende un espeso bosque en el que aun es posible avistar tigre, venado y otras especies animales ya difíciles de encontrar en esa región distante unos 40 kilómetros de la cabecera municipal.

Tanto en Matarredonda como en Las Pampas, sus casas de habitación están acondicionadas para atender turismo cultural (en lo pertinente a ganadería tradicional) y científico, de ahí que con alguna regularidad reciben grupos universitarios de Bogotá y ciudadanos europeos.

Mayor información y fotografías pueden ser consultadas en la página www.renarzam.com

Jardín Botánico Medicinal de Villavicencio: En el estratégico lugar de Buenavista en la capital metense hace pocos meses la alcaldía puso al servicio una finca a la entrada de la vereda Samaria, en la cual se desarrolló un proyecto de especial preponderancia etnobotánica, puesto que propende por la recuperación y promoción de la medicina tradicional, las plantas medicinales y el auto cuidado del municipio de Villavicencio.

Se trata del Jardín de plantas medicinales experiencia única en Latinoamérica, ubicado en el balcón villavicense, tarea que dirigió el médico Mario A. Caicedo C., especializado en medicina alternativa y energética.

Además de los cultivos de hierbas medicinales y la huerta casera está la zona de compostaje y de lombricultura.

Desde el patrimonio natural en su territorio está el nacimiento del caño Parrado y la laguna El Púlpito. Además es un sitio ideal para el avistamiento de aves y la contemplación del ilímite paisaje de la llanura.

El Jardín Botánico Medicinal con sus diferentes servicios atiende visitas de grupos programados. Esta labor está a cargo de guías, quienes son gestoras comunitarias de salud agrupadas en la Fundación Mastranto, entidad con la que el municipio de Villavicencio suscribió convenio para su manejo.

Como medio de difusión dispone de su cuenta en Facebook: “jardín botánico medicinal”, en la cual hay información detallada de tan importante sitio villavicense.

Dejo pues la inquietud para conocer estos dos lugares, en los cuales se puede entrar en contacto con la naturaleza pura.


Cuatro décadas de momentos culturales

Cuatro décadas de momentos culturales

Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy /Comunicador Social comunitario/ Ex Director de la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán

Con el nacimiento, en la década del setenta, de la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán de Villavicencio, soportada por dos fuertes columnas: la Biblioteca Pública y la Escuela de Artes la capital metense entró a disfrutar de una entidad dedicada a generar procesos culturales en una ciudad que comenzaba a romper su angosto perímetro urbano.
Antes se había fundado la Academia Folclórica departamental, especializada en las disciplinas de música y baile llanero.

La institución que en agosto de 2011 llega a su XXXX aniversario de vida, ha coadyuvado tanto al nacimiento como al apoyo de otras de finalidades comunes, no solo de Villavicencio sino del departamento.
A través de los años de servicio ha sido modelo para los demás municipios metenses, de manera principal con su biblioteca que es piloto, la que además, ostenta el título de Biblioteca Patrimonial del Meta.

A partir de su creación con la Escuela de Música fue pionera a nivel regional en la enseñanza no formal de canto lírico, con planes de estudio elaborados por reconocidos pedagogos. Para dictar las clases fueron llamados Maestros de renombre nacional. Fruto de ese proceso formativo fue el coro de la entidad.

Mientras la Orinoquia crecía en población y los sentimientos por las raíces llaneras se sembraban a partir de festivales y academias, la Casa de la Cultura villavicense con los servicios acercaba a sus usuarios al contexto universal, como hoy lo sigue haciendo.

Hay que decir que en los cuarenta años de vida que cumple la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán, nombre que ya perdió, la Orinoquia colombiana con políticas de gobierno y más por dinámicas de la sociedad civil ha despegado en los aspectos artísticos y culturales, aunque la preponderancia la sigue teniendo el folclor llanero.

Quizá el Meta es el territorio de la región que en dicho período mayores avances ha logrado en campos como las artes plásticas, audiovisuales y escénicas, así como en bibliotecas públicas; de igual manera, sus ancestrales comunidades indígenas han sido visibilizadas y el pasado precolombino afloró con los hallazgos Guayupes en Puerto Santander, pueblo sede del único museo arqueológico de estos lares.

En la parte periodística nacieron y murieron publicaciones impresas como las revistas Oriente y Trocha, así como la desaparición de Eco de Oriente el más antiguo de los periódicos locales que tuvo tres vidas. También nació Llano 7 días, que justo en este año por asuntos no periodísticos dejó de tener el sabor regional. Del mismo modo, los villavicenses comenzamos a disfrutar de la televisión y de la radio en frecuencia modulada (FM).
Dentro de las grandes instituciones que le sucedieron a nuestra Casa de la Cultura, por su positivo impacto en la construcción del pensamiento regional destaco a la Unillanos, primera Alma Mater de la media Colombia que acaba de cumplir su 36 aniversario. También el surgimiento de la dependencia departamental regente de la Cultura, antes solo existía la de Turismo.

Nuestra cuarentona entidad cultural ha sido matriz de proyectos artísticos, indudablemente el más significativo es la Corporación Batuta Meta, de la que fue progenitora en los años finales del anterior siglo. Como antecedente de la hoy afamada orquesta infantil y juvenil, recuerdo el esfuerzo que hizo la directora Rosita Hoyos de Mejía, Q.E.P.D., para organizar la agrupación infantil con los instrumentos Orf donados por una entidad gubernamental.

Pero hay que decir que en la lucha por su supervivencia financiera también es ejemplo, puesto que desde su creación y a pesar del demostrable alto impacto de beneficio a varias generaciones de villavicenses, las crisis presupuestales nunca la abandonaron.

Así, en el olvido no puede quedar la anécdota de su fundadora Maruja Hernández de Gil, Q.E.P.D, más conocida como Mayuya, quien de manera altruista cuando ofició como directora optó por no cobrar su salario mensual.

sábado, 6 de agosto de 2011

Ocurrió hace 65 millones de años

Ocurrió hace 65 millones de años
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy

reciente noticia entregada por Yohoo.com en su portal argentino cuenta que con base en investigaciones científicas, hace 65 millones de años un meteorito se estrelló contra la tierra en el sitio que hoy conocemos como la península de Yucatán en México, dejando un cráter de 200 kilómetros de diámetro, localizado mitad en tierra firme y la otra parte en la profundidad del mar. Hasta la presente solo ha sido estudiada la porción terrestre, en el año 2013 iniciarán estudios en la zona marina.
En la nota la geóloga Joana Morgan dice que luego de esa caída “todo el planeta se alteró tras el impacto del meteorito de Chicxulub”, agrega la noticia que “después del evento desaparecieron

El 75% de las especies marinas, y el 65% de las terrestres, entre ellas los dinosaurios, que por aquella época (el final del período cretácico) eran los amos del planeta. Los nichos ecológicos vacíos fueron ocupados por seres pequeños, entre ellos los mamíferos que, con el proceso de evolución darían origen a los primates y al ser humano”.

Con base en esta nota científica, quiero esta vez recordar que a comienzos del nuevo siglo en caminatas eco turísticas por la cuenca alta de la Quebrada Salinas, en jurisdicción municipal de Restrepo –Meta-, con Carlos Lozano F. y Manuel Torres C. encontramos y recogimos piezas fósiles animales y vegetales.

Lo más repetitivo por allí en las piedras de color negro que arrastra el agua, son las marcas de pequeños caracoles prehistóricos, de características morfológicas similares a los que se les conoce con el nombre de ammonite. El fósil más grande hasta la fecha recogido mide 14 x 11 centímetros.

Según las consultas bibliográficas que he realizado, éstos animales marinos desaparecieron de la faz de la tierra hace 65 millones de años al tiempo que los dinosaurios. Las fotografías de dichas piezas fósiles las he proyectado en diferentes escenarios académicos de Villavicencio y Restrepo.

Ante la coincidencia de los años trascurridos desde la estrellada del meteorito en la península de Yucatán, que reporta el portal de yohoo.com, y los ammonites que accidentalmente hemos hallado en el material de arrastre de la Quebrada Salinas, me atrevo a especular expresando que la región que hoy habitamos sufrió mayúsculas alteraciones geológicas tras el profundo impacto generado con la estrepitosa caída del meteoro en referencia, y que la existencia de caracoles evidencia que por aquí existía un mar.

Reitero que resulta muy pobre o casi nula es la investigación científica, sobre el pasado prehistórico y precolombino de la Orinoquia colombiana.

lunes, 20 de junio de 2011

De simples piedras de rio a obras de arte

De simples piedras de río a obras de arte

Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy/Comunicador Social comunitario



En Lejanías durante el semestre que culmina se ha cumplido el proyecto de formación artística titulado "LEJANÍAS AMA SUS PIEDRAS”, bajo la dirección de César Vega conocido artista natal de esa municipalidad.



El curso lo iniciaron 52 mujeres y solo un muchacho estudiante de bachillerato.Con el avance de la capacitación hubo deserciones, quedando solo 26 personas.



En su mayoría son artesanas y madres de familia, quienes han arraigado su sentido de pertenencia por esta manualidad que les permite aprovechar su tiempo libre.



La capicitación que el maestro Vega les dicta, es posible gracias al apoyo del ingeniero Henry Beltrán D., alcalde de esa municipalidad metense.



Se espera que luego ellas capaciten a otros interesados en la técnica, cumpliéndose el enfoque del proyecto de formación de formadores.



El maestro César Vega, quien es el autor de la escultura en homenaje al Colono localizada a la entrada del municipio de Granada, espera respuesta de las convocatorias de Estímulos del Ministerio de Cultura, en la que participó solicitando unas pasantías de apoyo para un segundo taller que se denominaría "De los punta pies a la pintura".



Al final del proceso de capacitación se hará una exposición de todas las piezas elaboradas en piedras pintadas, en un espacio abierto del casco urbano para que la comunidad lejaniense las aprecie.

jueves, 16 de junio de 2011

Breve mirada retrovisora al génesisde la cultura llanera

Breve mirada retrovisora al génesis de la cultura llanera
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy (*)

“Para crecer en el flamenco hay que beber de lo antiguo, y el que no lo haga así es como una casa sin cimiento” Tomasito, guitarrista flamenco

A la cultura llanera se le deben buscar sus raíces más allá de las dilatadas planicies conocidas como Llanos Orientales de Colombia. Mediante apuntes muy generales, quiero aproximar este ensayo al pasado cultural llanero.

Oteando el pasado:
Las oteadoras miradas investigadoras hay que dirigirlas más allá del Océano Atlántico, concretamente a la península Ibérica y a la región árabe. Con base en lo anterior, primero hay que recordar que por ocho siglos, sí 800 años, España estuvo invadida por los moros o árabes. En tan prolongado período es obvio que los invasores aportaron elementos de su cultura, enriqueciendo la local.

Por los mismos años en que Colón zarpaba para las Indias Occidentales, los últimos reductos moros o árabes eran expulsados de España, y fue Granada la última ciudad en ser reconquistada por la reina Isabel La Católica.

La Conquista de las Indias Occidentales:
Con la llegada de Colón, sus compañeros de viaje y las posteriores huestes conquistadoras, la América India comenzó a soportar la carga cultural traída por aquellos individuos natales del Viejo Continente.

Quizá los dos primeros aportes culturales llegados fueron el idioma y la religión. Y en el advenedizo idioma venían mezcladas más o menos cuatro mil palabras árabes que hoy seguimos manejando, entre otras están: alcohol, almohada, alcanfor y alpargate.

Y llegaron los jesuitas a los Llanos:
La presencia firme de la comunidad de los hijos de Loyola se dio a partir de 1661, cuando llegaron al territorio de Casanare para fundar la Hacienda Caribabare, luego, en 1740 armaron la de Apiay, hoy jurisdicción de Villavicencio.

Estos sacerdotes españoles además de su misión catequizadora, a las indómitas sabanas de la Nueva Granada introdujeron la economía ganadera, a partir de las especies bovina y equina.

A ellos se les debe la enseñanza de las labores ganaderas y el aprovechamiento de los subproductos, que dieron tanto a indígenas como a otros servidores de su extensa propiedad, desde la cual –con permiso oficial- despacharon reses para el mercado de Santa Fe.

Si se resalta la formación impartida por los religiosos en asuntos pastoriles, es de destacar también la innata capacidad de los nativos de por allí para aprender y apoderarse de manera rápida de ese conocimiento que le dio identidad a su raza.

El folclor musical:
Con el fin de cumplir la labor evangelizadora en su hacienda, los misioneros enseñaron a sus conquistados feligreses cantos religiosos y la ejecución de instrumentos traídos de Europa, entre otros el arpa y la guitarra, éste último cordófono en metamorfosis se hizo respectivamente bandola y cuatro.

De igual manera, con el trascurrir del tiempo las letras de los cánticos de alabanza se adaptaron literariamente al contexto local. Así, con métricas y romances importados nació el primigenio cancionero campesino. De igual manera, los tañíos y otros tonos de los cantos llaneros recios, tienen sus ancestros en el cante jondo flamenco.

A su vez, el baile de joropo tiene como hercúleos soportes el elegante vals y el zapateo flamenco. De ahí que no puede haber ejecución del baile del joropo sin el “valsiado” y el zapateo con repiques que copian el sonido del brioso tropel ganadero en sabanas abiertas y corrales.

Caso particular es que en la adaptación que el zapateo flamenco tuvo en la región llanera, solo el hombre lo ejecuta. En su reemplazo se originó el escobillado para la mujer.

Conclusión:
Visto lo anterior, encontramos la honda significación que en la cultura llanera tiene la presencia, en tiempos de la Colonia, de los misioneros jesuitas quienes como antes se contó, hacia 1661 introdujeron la economía ganadera a los Llanos colombianos.

Ellos, junto a su formación religiosa trajeron su europea carga cultural que compartieron en estas lejanas tierras. Dichos elementos de su nativo patrimonio inmaterial fueron tomados y adaptados por los habitantes de sus haciendas ganaderas, propiedades en las que se encontraron y cruzaron indígenas, colonos andinos y esclavos negros, simbiosis sanguínea que dio origen a la raza llanera.

La comunidad religiosa de los jesuitas debido a motivaciones de orden económicas, en 1767 por orden del Rey fue expulsada de los dominios del imperio español.

Quiere ello decir, que en solo 106 años de permanencia en suelo llanero, dejó imborrable marca en la vida socio cultural de los Llanos Orientales de Colombia.

(*) Comunicador Social comunitario / investigador de la cultura y la historia regional

Breve historia de vida de un pedagogo ambiental

BREVE HISTORIA DE VIDA DE UN PEDAGOGO AMBIENTAL

No es exagerado decir que Nelson Vivas Mora es el más destacado vigía ecológico del departamento del Meta y quizá de la región Orinoquense.

Como licenciado de Ciencias Sociales ha sabido enlazar su labor pedagógica con la responsabilidad de ser, como todos los habitantes del planeta Tierra, una parte importante de su complejidad ambiental.

La memoria histórica local no debe olvidar que varias cohortes de bachilleres de algunas instituciones educativas villavicenses han sido sus discípulos y que con él participaron en campañas de reforestación de varias cuencas hidrográficas que bañan el territorio municipal, en la actualidad presta sus servicios docentes al Instituto Técnico Industrial.

En los primeros tiempos de realizar con sus estudiantes ese ejercicio de campo resultaba altamente riesgoso, debido a la falta de conciencia comunitaria de rescate y preservación de los cuerpos de agua. Junto a los estudiantes llegan los padres de familia y el efecto pedagógico ambiental es mayor.

Otras realizaciones de alto impacto social en que ha participado son la fundación del Cabildo Verde de Villavicencio, organización de las hasta ahora cinco marchas departamentales para defender y proteger los páramos de Chingaza, nacimiento del río Guatiquía y Sumapaz matriz del río Ariari, programa “el agua se agota, salvemos nuestros bosques, sembremos 100.000 árboles y la organización de cuatro cumbres ambientales del departamento.

Su liderazgo ambiental lo ha llevado a ocupar destacados cargos, entre otros están Gerente Ambiental del Meta, Secretario de Medio Ambiente de Villavicencio, Consejero de Corporinoquia y Coordinador del Comité Social en la construcción del Plan de Ordenamiento Territorial, Norte, de la capital del Meta. En la actualidad integra el Comité Intergremial del departamento. Su desempeño nunca ha sido cuestionado.

La presencia de Nelson en los hogares villavicenses es diaria con sus madrugadores comentarios radiales, desde esas tribunas con valor civil denuncia los frecuentes atropellos contra los ecosistemas de la región, hay que decir que en alguna manera gracias a él la información ambiental se hizo noticia cotidiana entre la comunidad.

Este apreciado y respetado vigía ecológico cursó estudios primarios en la concentración Marco Fidel Suárez y de allí pasó al Instituto Francisco José de Caldas en donde obtuvo su título de Bachiller, en esta época de los inolvidables años setenta que marcaron como nunca a la juventud, comenzó a forjar su trabajo de solidaridad y defensa de las causas sociales.

Luego el claustro de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá lo formó y le confirió el título de Licenciado en Ciencias Sociales. En los tiempos más recientes se especializó en Gestión Ambiental en la Unillanos.

Además de las causas ambientalistas Nelson Vivas Mora, desde su paterna casa del barrio El Retiro de Villavicencio es fiel hincha del Deportivo Cali y disfruta la Salsa, género musical que lo relaja.

Oscar Alfonso Pabón Monroy/ Comunicador Social comunitario

Día santo y ambiental

Día santo y ambiental
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy/Comunicador Social comunitario

Inicio este escrito cuando avanza la noche de un día lleno de doble significación para una buena parte de la humanidad. Se trata del viernes Santo que a la vez coincide con el Día de la Tierra.
Digo para buena parte de la humanidad, porque no todos los habitantes del mundo son cristianos, ni todos tienen conciencia de conservación del planeta.

Justo a esta hora y desde días anteriores, un amplio territorio de Colombia está sumido en la calamidad a consecuencia de las inclementes lluvias que generan desbordamientos de ríos, quebradas y riachuelos, cuyas corrientes imparables inundan y derrumban sectores rurales y urbanos.
La televisión nos muestra las imágenes del drama que padecen millares de compatriotas. El mapa de la catástrofe es dramático.

Esta alarmante situación hizo que hoy el presidente Santos dijera “que Dios nos ayude a sobrellevar este invierno”. A su vez, en la 41 conmemoración el Día de la Tierra el presidente de EE.UU., Barack Obama expresó “ningún país puede escapar al cambio climático”, y lo dice quien gobierna el país imperio que a pesar de las adversidades padecidas para nada se compromete con cumplir los pactos ambientales del mundo.

En diversos puntos del planeta la madre naturaleza insistente está dando fuertes campanadas para que frenen las afrentas que el hombre le asesta, pero nada que reaccionamos y por el contrario la fauna, la flora y demás componentes del patrimonio ambiental van en extinción.

Al respecto, sentimientos encontrados me genera escuchar a algunas personas, no solo de por acá sino de otras partes del mundo, que cuando ven que se atenta contra animales y otras especies naturales, gritan preguntando:¿dónde están los ambientalistas que no intervienen?.

Por sentido común todos somos ambientalistas, de ahí que nos corresponde ser permanentes vigías ecológicos. No me explico por qué a mucha gente le resulta difícil entender que los humanos también somos parte del planeta, y que la responsabilidad de su preservación no es únicamente de quienes con entrega lideran acciones ecológicas.

Bueno es comentar que el hombre “civilizado” es el principal agente depredador del planeta. Mientras que los indígenas, a quienes por lo general se les mira por debajo del hombro, si saben conservarlo.

Muy claro es que los “civilizados” de manera caprichosa adaptan el medio natural para vivir, en cambio los tildados de “no civilizados” se acomodan al medio en que viven. Enseñanza sabia nos dan los aborígenes.

Tanto la Semana Santa como las fechas del año dedicadas a la toma de conciencia por el medio ambiente, invitan a reflexionar sobre nuestras responsabilidades cristiana y ecológica. El cambio debe operar en cada uno de nosotros.

Pasemos ya de nuestro accionar pasivo al activo, comprometámonos con nosotros mismos y con nuestro entorno.

Osalpamo09.blogspot.com

La suerte de Japón y algunas realidades del Meta

La suerte de Japón y algunas realidades del Meta
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy /Comunicador Social comunitario

La reciente tragedia japonesa causada por el terremoto y el tsunami, me llevan a pensar en la eventualidad de que, Dios no lo quiera, por nuestro país y departamento vaya a ocurrir un movimiento telúrico de alta intensidad.

Seguramente, como Japón no hay país del planeta que se haya preparado mejor para afrontar estos fenómenos, más sin embargo como lo hemos visto por televisión, la fuerza de la naturaleza fue superior.

Llamó mi atención cuando dijeron que en la ciudad costera más afectada durante veinte años construyeron un muro de 10 metros de alto, con el fin de contener algún embate del mar, pero el día de tsunami dicha barrera fue superada por la furia de las olas, arrojando por sobre ella barcos de todos los tamaños, como si fueran de juguete.

De inmediato me puse a pensar en nuestro compartido páramo de Chingaza y más concretamente en la monumental represa de Chuza, cuya presa de Golillas (léase muro de contención de los millones de metros cúbicos de agua depositada) mira hacia el Meta.

En este periódico ya se ha dicho del enorme riesgo que corre toda la región del cañón y demás territorio del río Guatiquía, en caso de que por alguna acción humana o de la naturaleza la enorme y aparentemente infranqueable pared de acero y concreto llegue a colapsar.

La EEAA de Bogotá, responsable de la obra de ingeniería en referencia, no ha dispuesto un sistema de alarma temprana a lo largo del recorrido del río insignia de Villavicencio.

Del mismo modo, en Villavicencio ni las autoridades, ni los organismos de prevención y de socorro ni mucho menos la ciudadanía, han presionado para que se instale dicho circuito y para hacer periódicas simulaciones de evacuación.
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En las antevísperas de la celebración del Día Mundial del Agua pude observar el enorme deterioro de dos fuentes hidrográficas en opuestos lugares metenses. La primera mirada fue sobre el río Metica desde su puente en Puerto López.

Me impresionó sobre manera ver lo reducido de su caudal, a pesar de que ya ha habido lluvias. Resultó tan alarmante el espectáculo que llegué a comentarle a Alberto Baquero N. Presidente de la Academia de Historia y compañero de viaje, que sin exagerar en ese sitio ya casi es posible cruzar nuestro emblemático río con solo poner una tabla sobre las orillas de sus aguas.

A dicho afluente del Orinoco el maestro Eduardo Carranza F., el poeta de Apiay, le dedicó un verso que reza: “es la línea de la suerte de mi Patria, esa línea es azul y se llama río Meta”.
La otra observación fue en Lejanías, a la salida del casco urbano por la carretera que lo comunica con la jurisdicción de Mesetas pasamos sobre el puente del caño Urichare, lamentablemente por allí no vimos agua, solo la seca playa de arena y piedra. Habitantes del sector contaron que antes no faltaba el cuerpo de agua.

Es conveniente resaltar, que pocos kilómetros arriba del puente en referencia, en la vereda Naranjal, se ubica la bocatoma del acueducto del poblado, que capta el caudal mínimo. La demás corriente al bajar forma allí una bella cascada, que se convierte en atractivo sitio eco turístico.

Osalpamo09.blogspot.com

Villavicencio, acercamiento a sus raíces artísticas y culturales

Villavicencio
Acercamiento a sus raíces artísticas y culturales

Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy /Comunicador Social comunitario

Algunas generalidades del poblado:

De conocimiento general es la historia del proceso de formación sociológica de Gramalote, nombre original de Villavicencio, cuyos primeros habitantes tuvieron sus cunas en pueblos del Oriente de Cundinamarca.

Así mismo, de la presencia periódica de gentes llegadas de regiones llaneras por causas del mercado ganadero que tuvo a la hoy capital del departamento del Meta como principal plaza comercial.

Bueno es recordar que esta economía se afianzó en la jurisdicción desde 1740, con la fundación de la Hacienda de Apiay por cuenta de los sacerdotes jesuitas.

Hasta ahora la más antigua imagen panorámica conocida que deja apreciar la composición urbanística del Villavicencio de las décadas finales de 1800, corresponde a un grabado de Riou, súbito francés que jamás estuvo por acá pero que supo captar las descripciones que del poblado le hizo su paisano amigo Edwar André.

El señor André fue un sabio expedicionario naturalista que en misión de su país y aconsejado por Santiago Pérez Manosalba, presidente de Colombia en el período 1874- 1876, vino a recoger especies de flora y fauna a comienzos del último año de mandato de Pérez.

Viejos apuntes sobre el pueblerino sentir musical:

Con base en las anotaciones dejadas por algunos acuciosos visitantes, como André, que por la jurisdicción estuvieron en la segunda mitad del siglo XIX, se puede afirmar que
en el pequeño villorrio quizá la manifestación artística que primero afloró entre sus habitantes fue la musical.

Los siguientes son algunos de los apuntes consignados por viajeros, que dejan entender en aquellos años la presencia del folclor llanero en el caserío y su vecindario:

“Se principió por el galerón el más popular de los bailes llaneros, tocado, al son de tiple, bandolas i maracas, y cantado con versos compuestos por vates populares de estas inmensas llanuras” (1)

“El instrumento empleado para hacer el cantábil tiene forma de una guitarra pequeña y se llama bandolón, y la vihuela le sirve de acompañamiento. Uno de los cantadores modulaba la estrofa, bien del guarapo, bien del galerón, y el coro repetía la tonada acelerada el ritmo del acompañamiento” (2).
La sensibilización en torno a músicas religiosas y universales se dio en la localidad gracias a la presencia sacerdotal y de empíricos intérpretes locales de instrumentos de cuerdas, ello es posible deducirlo en el siguiente texto que describe la celebración de la Noche Buena del año 1883 en el templo, convertido en recinto cultural:

“…Las mujeres acurrucadas en el suelo de tierra. Un armonio, en el que no era inconveniente interpretar hasta música bailable, elevaba con sus sones el ambiente de la fiesta. Hasta algunos tocadores de guitarra y tiple, muy buenos en su arte, hacían sonar en la iglesia tonadas populares para exaltación y gloria de la Noche Santa.
Era en su conjunto una bella fiesta popular, llena de naturalidad y de cordial alegría, en la que todos participaban (3)”.

En los años 1900:

Con la llegada de la misión montfortiana (en 1904) y en especial de algunos de sus sacerdotes europeos, la vida artística y cultural de Villavicencio tomó encausados rumbos, esta presencia generó algo así como una época de oro en la comarca.

Así, la primera agrupación musical de enseñanza no formal fue la banda Santa Cecilia. De esta agrupación villavicense dijo Monseñor Bruls:

“La fundó el padre Capdeville, con los empleados de la casa cural. Después la amplió el padre Mauricio; no porque él tuviera dotes musicales, pues no tenía ni voz ni oído, sino porque se daba cuenta de que la Banda servía para el desarrollo cultural de los muchachos y de la ciudad (4).”

Este testimonio deja saber la visión y la energía que el gestor cultural de sotana y acento francés vino a imprimir en estos lares. El misionero se llamó Mauricio Diéres Monplaisir, quien con su liderazgo trajo avance social a los parroquianos villavicenses.

De su cosecha están también las siguientes dos obras: periódico Eco de Oriente fundado en 1913, al comienzo un tanto artesanal en su duplicación. No fue el pionero pero si el primero en haberse producido totalmente en la localidad, antes hubo otros pero los imprimían en Bogotá.

El positivo impacto del proyecto comunicativo Eco de Oriente obligó pronto la llegada al pueblo de la primera máquina imprenta, 1916, mucho antes de que hubiera carretera con Bogotá. Sus ediciones trascendieron por años a través de tres etapas periodísticas.

La llegada a Villavicencio del novedoso invento del cine, aproximadamente en 1913, ocurrió relativamente muy pronto desde el momento en que los hermanos Lumiere lo estrenaron en París en diciembre de 1895.

De alguna manera el padre Mauricio logró traer de Europa un proyector y los parroquianos, acomodados en un teatro al que bautizó Verdún, vieron en un telón imágenes en movimiento. Eran películas mudas y en blanco y negro.
Gracias al sacerdote francés, la vida cultural villavicense en las tres primeras décadas del siglo XX transcurrió entre retretas de la banda Santa Cecilia, lecturas del Eco de Oriente y funciones cinematográficas en el teatro Verdún.

Los años cuarenta y cincuenta:

Con motivo del centenario de la capital intendencial, en diciembre de 1942 ocurrieron actos cívicos, políticos y culturales. Bajo el samán del parque de Los Libertadores se eligió a Magola Burgos como reina de dicho aniversario y en su honor esa noche el poeta de Apiay Eduardo Carranza Fernández ofreció un poema. Quizá es de las pocas veces que el bardo villavicense leyó obra suya en su Patria Chica.

Por su parte, la actividad musical continuó con la Banda Santa Cecilia y el surgimiento de músicos empíricos que cumplieron la labor de amenizadores de fiestas y serenateros.

En esta década fue famosa, quizá por ser única, la agrupación conformada por José Antonio Riveros Pardo, Mesías Bobadilla, Lisímaco Reina, Germán Gutiérrez, le “manco” Machado, Marco Tulio Torres, Rubén Baquero, ciego, y Varonio Rojas (5).

Ellos interpretaron valses, bambucos y joropos con guitarra, tiple, requinto, trompeta y clarinete. Los dos últimos citados eran compositor y constructor de requintos. De su trabajo musical dio fe la norteamericana Nancy Bell Bates en un libro que escribió en su país. (6)

La construcción del moderno y técnico teatro Cóndor privilegió a los villavicenses, pues además de la proyección de cine, de manera principal mejicano, por su escenario desfilaron artistas de talla nacional e internacional. Frecuentes fueron recitales literarios, conciertos y otros espectáculos artísticos.

Durante el trascurso de la segunda parte de los cincuenta emergió un grupo conformado por los hermanos Rey Roa, que ejecutó música llanera. Con el correr del tiempo sobresalieron Luis Ariel cantante y arpista, y Gil Arialdo en la composición (7).

Sin precisar el año, en el final de la mitad del siglo ya el pueblo contaba con una biblioteca municipal Antonio Villavicencio.

Aquellos años sesenta:

El primer año de aquella década vio en el colectivo villavicense su sentir orgulloso y arraigo a la tierra metense. Esta emotividad la provocó la elevación, a partir del 1 de julio, del Meta a la categoría de departamento y de Villavicencio a capital departamental.

La nueva vida política administrativa trajo consigo nuevas dinámicas culturales. Así, en 1962 la Asamblea aprobó la creación de la Academia de Música que tuvo como director al Maestro Miguel Ángel Martín.
Ese centro cultural pronto aglutinó “estudiantes, empleados y obreros, asistiendo a las clases de solfeo y a la vez aprendiendo a tocar piano, violín, tiple, bandola, guitarra y requinto” (8).

Grato resultó para Monseñor Gregorio Garavito la apertura de esta academia artística, pues desde años atrás él venía formando voces corales en varias cohortes. Para entonces el maestro Pedro Ladino había alcanzado la dirección de la Banda departamental, en la que cumplió su proceso de formación.

En adelante Villavicencio comenzó a florecer en su vida artística y cultural. Por acción oficial y de la sociedad civil, surgieron entre otros los siguientes proyectos de alto impacto local y nacional, sobre los que indudablemente se afianzó la dinámica que hoy se vive en la capital metense:

Academia folclórica departamental
Festival Nacional de la Canción Colombiana
Torneo Internacional del Joropo
Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán
Asociación de Artistas Llaneros, ASALL, reunió a los gestores de artes plásticas



Citas:
1 Correría de Bogotá al Territorio de San Martín. Imprenta Gaitán, Bogotá 1875, p. 17
2 André Eduar: Geografía pintoresca de Colombia, Litografía Arco, 1980, p. 591
3- Rothlisberger, Ernest: El Dorado: capítulo 8: Los Llanos, Banco de la República, Bogotá, 1963, p. 250
4- Bruls Francisco José: Memorias de la Misión Montfortiana en los Llanos Orientales, 1904-1973. Villavicencio, p 51
5-Pabón Monroy Oscar A.: El joropo en Villavicencio: momentos y pioneros. Editorial Juan XXIII, 2009, p. 12, 13.
6- Ibid, p.13
7- Ibid, p.13
8- Godoy L. H.: Monografía de Villavicencio. Talleres Gráficos Labor, Bogotá, 1963, p.45

miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Donan o devuelven?

¿Donan o devuelven?
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy (*)

En diciembre último la solidaridad colombiana afloró para ayudar a los damnificados de la tragedia invernal que afectó a diversas regiones de la nación. Entonces gran noticia fue el aporte del sector financiero, con una suma súper millonaria.

Reciente también es el anuncio que los Estados Unidos rebajaron la cifra que venían dando cada año como ayuda al Plan Colombia.

Con base en lo anterior cabe decir, que en nuestro país las utilidades bancarias son exageradamente altas y que un e mail dice que los ingresos por trámites de visas, aprobadas o no, en la embajada norteamericana superan de lejos a los generosos giros en dólares que nos dan.

Tan benévolas acciones se parecen a la obra “El tren de la vida” del cantautor Facundo Cabral, cuando narra que una dama de la realeza española dona en América hispana un terreno para construir un hospicio. Ante el altruista gesto Cabral pregunta ¿donó o devolvió?.

Comunicador Social comunitario Osalpamo09@hotmail.com

Otras aristas del caso Wikileaks

Otras aristas del caso Wikileaks
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy /Comunicador Social comunitario

A mi parecer, después del ataque al Pentágono o sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos de Norteamérica y del derribo de las Torres Gemelas en septiembre de 2001, en tiempos recientes el Wikileaks es el segundo más duro golpe a su orgullo nacional que esa nación ha recibido.

En los dos casos queda demostrado que por más potencia que la USA sea, también es vulnerable como cualquier otro país.
Guardadas las proporciones se parece al mito de Aquiles, griego héroe guerrero de muchas batallas y el más veloz de los hombres, pero tristemente muerto por causa de una enemiga flecha envenenada que justo en un talón le ensartaron.

Las reacciones suscitadas tanto por los atentados del 11 de septiembre de 2001, como por el escándalo Wikileaks también se parecen. Con el apoyo de naciones amigas los Estados Unidos de inmediato emprendieron contundentes cacerías contra Osama Bin Laden y Julián Assange, personas a cuyo cargo están dichas operaciones.

Al primero no lo han logrado agarrar; el segundo, australiano y de profesión periodista y programador de internet, en la mira lo tienen pues vive en Inglaterra y para juzgarlo como sospechoso de delitos sexuales Suecia lo pide.

Volviendo al caso Wikileaks, la extracción de datos confidenciales de las profundas entrañas de Estados Unidos ha sido el total destape periodístico de los seguimientos de inteligencia que les encarga hacer a sus diplomáticos en todos los países en que tiene representaciones.

En cumplimiento de sus tareas, embajadores y cónsules reportan a Washington todo lo que ven y escuchan en público o en privado. Esa información es clasificada y guardada.

Con los impactos mediáticos causados por la interminable divulgación noticiosa, supongo que en adelante en cada país reinará mucho sigilo por parte de quienes se tratan de tu a tu con el cuerpo diplomático norteamericano.

En el caso de Colombia muy seguramente funcionarios y políticos dejarán de confesarse, desahogarse o de poner quejas ante los representantes del país del Norte, eso lo dice el rosario de notas que El Espectador viene publicando.

Quizá los cocteles y las reuniones privadas en la embajada de USA ya no tendrán los mismos resultados de inteligencia, pues por fin la malicia indígena aflorará entre los nuestros, quienes sabrán callarse ante los que creían oidores o superiores consejeros y cumplidores del secreto de confesión.

El contemporáneo escándalo Wikileaks, a Norteamérica le genera desconfianza ante el mundo y afecta en alto grado los resultados de su otro sistema de inteligencia, es decir el diplomático. Así mismo, le hace bien a la opinión pública porque se entera de verdades manejadas por debajo de la mesa.

Constantino y el Llano

Constantino y el Llano
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy (*)

Con un nuevo estilo fotográfico Constantino Castelblanco Q. en los años ochenta irrumpió en el medio villavicense. Su fuerza artística emanada del llano pronto le dio alto reconocimiento regional.

En la anterior semana la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán, la Corcumvi y la alcaldía de Villavicencio le entregaron sendas condecoraciones.

Sobre el homenajeado escribió su amigo Adolfo Rodríguez, investigador social venezolano: “Es muy grato saber de estos reconocimientos para Constantino Castelblanco. Leyendo la invitación pienso cómo el Llano capta voluntades que con su arte y sapiencia contribuyen a reproducir su santo misterio”.

Pero esa noche el homenaje artístico lo hizo la pintora Astrid Jaramillo, quien del llanerísimo archivo de Constantino tomó fotografías, en blanco y negro, y sobre lienzo les hizo su aporte con espátula y acrílicos.

En las obras de Astrid vi paisajes en explosión de colorido, algunas me hicieron sentir la sensación del movimiento de las corrientes de los ríos del Llano Llanero, oda del poeta de Apiay Eduardo Carranza Fernández que le dio título a la exposición.

Como no se ha dicho, de Constantino cuento que junto a su sensibilidad artística, con su don de gentes también ha sido cofundador de grupos culturales como Asall, Entreletras y FAFO. Del último doy más fe, pues en 1987 nos tocó ese juicioso ejercicio.

Recuerdo el siglo de José Eustasio Rivera. Tras sus pasos con Nancy Espinel, Constantino y su hermano Melco fuimos a San Pedro de Arimena y Orocué. La exposición fotográfica, con obras de Constantino, la FAFO la colgó en 1989.

Nota: aplausos para el Cabildo Verde de Villavicencio por el excelente y concurrido foro sobre manejo de árboles urbanos.

Osalpamo09@hotmail.com

jueves, 3 de marzo de 2011

Contrasentido ambiental

Contrasentido ambiental
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy /Comunicador Social comunitario

Dos acciones de orden ambiental de la alcaldía de Villavicencio, cumplidas con intervalos relativamente cortos, me invitan a analizarlas por el contrasentido que tienen.

La primera ocurrió el 16 de septiembre pasado, se trató de la segunda versión del día sin carro ni moto, ejercicio llevado a cabo durante catorce horas de tal fecha; para entonces el alcalde Raúl Franco le dijo a Llano 7 días:

“Se constituye en una contribución que la gente de la capital del Meta realiza a favor de la defensa de la naturaleza y del medio ambiente. Puntualizó que el objetivo del día sin carro y sin moto es que Villavicencio se una a la corriente mundial defensora de la capa de ozono que se ha deteriorado por las emisiones de gas carbónico y monóxido de carbono.
Precisó que la jornada se establece para que gente haga un alto en el camino y medite sobre la responsabilidad que cada uno tiene para la supervivencia del planeta.”

Excelente sustentación de un alcalde, para un acto administrativo de esa índole en un centro poblado con el elevado índice vehicular que Villavicencio registra.

Al final de la jornada, las estadísticas de los monitoreos llevadas por la alcaldía mostraron la significativa disminución de los niveles de contaminación del aire y auditiva, efecto aplaudido por los ambientalistas.

Claro que ese Día sin carro y moto le generó críticas al mandatario local, de parte de comerciantes que dijeron haberse visto afectados por el bajonazo de las ventas.

Pero en el comienzo del nuevo año, 2011, dejó de tener vigencia el citado mensaje ambientalista que el alcalde expresó para justificar el día sin carro ni moto. Lo afirmo con base en algunos evidentes hechos que ya han sido cuestionados tanto por los medios de comunicación como por la opinión pública.

Primero vimos que todas las palmas que encierran el parque de Los Fundadores, plantadas en 2001, sin compasión fueron heridas con puntillas con el fin de templar la malla verde necesaria para las obras de refacción que allí se adelantan con presupuesto municipal.

Pero peor suerte que las susodichas palmeras tuvieron los árboles de la alameda que conduce al parque. En los primeros días de febrero sin contemplación alguna, un número considerable de estos vegetales, seres vivos, fueron talados.

Si mal no recuerdo, en la educación primaria en clase de Biología a uno le enseñan que los árboles en el día cumplen la misión de convertir el gas carbónico en oxígeno. Con base en ello puedo decir que la administración municipal acaba de quitarle igual número de filtros naturales a la ciudad, la misma en la que por dos años se han realizado jornadas para bajar niveles de contaminación producida por automotores, campañas que le han deparado mucha divulgación periodística a la actual administración villavicense.

A lo anterior se suma que el nada amigable acto con la naturaleza ocurre en temporada seca, dejando desamparados de las inclemencias del sol a los peatones que frecuentan la tradicional alameda.

Los daños causados al patrimonio vegetal de este sector urbano de la capital metense, atentan contra la calidad del aire del entorno transitado a diario por un alto volumen de automotores.

De manera paradójica estas afrentas ambientales ocurren mientras el ingeniero Wilson Cano H., Coordinador de la Regional Meta del Proyecto Desarrollo Económico Local, promociona el programa “bonos por captura de gas carbónico”, dirigido a reforestadores de buena parte de los departamentos orinoquenses. De dicho incentivo forestal se hablará en Villavicencio en una jornada de capacitación prevista para el 3 de marzo.

Nota: gran enseñanza nos deja la sociedad civil acacireña al resto de metenses, con su vertical postura en defensa de su ecosistema. Se oponen al proyecto de una empresa del orden petrolero, que con sus pruebas sísmicas desestabilizaría los suelos del piedemonte de esa municipalidad, daño irreversible y de altos impactos ambientales.

Turismo endógeno

Turismo endógeno
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy

Mientras en Bogotá se llevó a cabo la Vitrina Anato 2011, en sectores de Meta y Casanare hubo flujos turísticos internos dirigidos, teniendo a elementos de sus patrimonios natural y cultural como grandes atractivos.

Por casualidad los dos recorridos comenzaron el último viernes de febrero y su organización no estuvo a cargo de entidades dedicadas al campo del turismo.

Con fines folclórico y ecológico el reconocido cantautor Daniel Gualdrón desde Villavicencio lideró la caravana a las bocas del río Pauto, su casanareña tierra natal.

Cerca de 70 amantes del llano integraron la expedición por pueblos y fincas de zonas de piedemonte y sabana, atendidos con hospitalidad y otros elementos de la cultura llanera.

A su vez la Asociación de Municipios del Ariari, AMA, armó un paseo por San Martín, Fuentedeoro, Granada, Lejanías, El Castillo, El Dorado y Cubarral. Plan turístico de tres días con sus noches para 40 personas.

Bajo la marca “AMA tu región” los viajeros en chiva fueron a estos siete destinos, en los que hubo muestras artísticas, visitas a lugares de cifrada importancia cultural y ambiental, y paladeo de su gastronomía local.

Haciendo uso de su empirismo cada sitio midió su capacidad de respuesta en logística y visibilizó sus riquezas culturales y ecológicas, igual dinamizó su economía.

Las dos iniciativas de turismo endógeno, enseñan que con estándares de calidad es viable impulsar este sector económico en la región; así mismo, demostraron que no solo en época de fiestas hay oferta y demanda turística.

Bienvenida la generación de flujos turísticos dentro de nuestro departamento junto al necesario apoyo gubernamental, buena guía para ello es el libro 100 destinos del Meta, editado por Llano 7 días.

Osalpamo09@hotmail.com

viernes, 18 de febrero de 2011

Entre talas y sísmicas

Entre talas y sísmicas
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy (*)

Los recientes atentados por parte de obras oficiales en contra de la flora del entorno del parque Los Fundadores de Villavicencio, difieren de la postura ecológica de concejales guaviarenses y acacireños.

Con las noticias de la liberación del concejal de San José del Guaviare, nos enteramos que ese servidor público es sensible a la protección del medio natural y que gracias a él su municipalidad tiene el Acuerdo que acoge el “Comparendo Ambiental”, herramienta para controlar y evitar la contaminación de los humedales y ríos de esa jurisdicción.

En los mismos días desde Acacías se divulgó la información relacionada con la rotunda negativa de su Concejo municipal y de la sociedad civil para autorizar trabajos de sísmica en área de piedemonte, por parte de empresa del sector petrolero.

La defensa ambiental de su territorio cordillerano, obedece a que están ubicados cerca de mil puntos para detonar cargas de dinamita en su subsuelo, acción que generará negativos impactos geológicos.

El ejemplo ciudadano acacireño me hace recordar tanto la férrea posición de la etnia U´wa frente a la fiebre petrolera, como todas las exploraciones autorizadas y ejecutadas en el Meta, sin la menor objeción ciudadana.

El venidero 4 de marzo el Cabildo Verde de Villavicencio cumplirá el “Foro Ambiental por el manejo adecuado de la arborización urbana de la región”, propongo que en ese evento se exalte al concejal Marcos Baquero P. y a la ciudadanía de Acacías, por su espíritu proteccionista del medio ambiente.

In memoriam: Esperanza Serrano Castillo, activa periodista villavicense, desde tierras lejanas partió para la eternidad. Condolencias para sus hermanas Clarita, Sofía, Amparo y Marta.

(*) osalpamo09@hotmail.com

jueves, 10 de febrero de 2011

Brevario de un parque

Breviario de un parque
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy (*)

En la salida hacia Acacías la Cámara de Comercio de Villavicencio fundó su programa Hojas Verdes con los jardines: Recuerdo, Amor y Vida. Lo inauguró en mayo de 1992 cuando ya estaban plantadas numerosas especies arbóreas.

Luego, por encargo de la alcaldía la Sociedad Colombiana de Arquitectos regional Meta para el mismo espacio diseñó el parque de La Confraternidad, descrito así:

“será un espacio urbano donde converjan y se puedan desarrollar una serie de actividades tanto culturales como recreativas, un sitio donde se genere, ejecute y se den a conocer las inquietudes y procesos creativos de gran beneficio por y para los habitantes de la ciudad, donde todo tipo de manifestaciones artísticas y sociales encuentren una respuesta arquitectónica para poder expresar y plasmar las creaciones”.

Plaza ceremonial, teatro al aire libre Verdún, plazas de los artesanos y de los artistas, terrazas culturales, puente peatonal Buenavista y el mirador Santiago de las Atalayas lo formarían.

De la bonita idea solo quedó un plegable y un video. El 1 de julio del 2001 con otro diseño la gobernación inauguró allí el parque de Los Fundadores, que de inmediato se convirtió en símbolo local, dominado por la última obra del maestro Arenas Betancurt.

Lamentablemente el esplendor del lugar pronto se fue perdiendo, por la saturación del comercio informal. Poco hace que la alcaldía le contrató reparaciones al parque.

En gesto nada amigable con la naturaleza, y a lo mejor por economía, el contratista de forma absurda utilizó las palmas para fijar la malla del encierro, hiriéndolas con puntillas. Para que no vayan a morir, en el décimo año del parque obliga hacerles tratamientos de cicatrización.

(*) osalpamo09@hotmail.com

martes, 1 de febrero de 2011

Conocer a Lejanías, grata experiencia sensorial

Conocer a Lejanías, grata experiencia sensorial
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy/ Comunicador Social comunitario

De nuevo con mis escritos en Tierra Mágica y qué mejor comienzo de este ejercicio periodístico ambiental del 2011 que con una crónica sobre un inolvidable paseo a un lugar casi ignorado del Meta, viaje cumplido a mediados de enero en compañía del buen amigo Antonio Lozano.

Debo decir que el atractivo que me llevó a pensar el viaje a Lejanías fue Piedra Gorda, enorme evidencia arqueológica tupida de muchos trazos y figuras geométricas, obra muy seguramente de primitivos habitantes de este sector ahora denominado Baja Cristalina.

Sobre esta patrimonial pieza en algunas oportunidades había escrito solo a partir de ver fotografías. El volumen de la roca es gigantesco, infortunadamente el deterioro del arte rupestre es progresivo por culpa del hombre contemporáneo.

Para bien allí encontramos a un Vigía Cultural nato, don Álvaro Cortez presidente comunal de la vereda, quien del sitio ha espantado a vándalos. Tiempos positivos vendrán para ese atractivo cultural, si se materializa la gestión para señalizar el lugar a cargo del Personero Fernando Domínguez H. y del Secretario de Gobierno municipal José Rubén Pineda S.

A Piedra Gorda se puede ir caminando desde el casco urbano, pasando el largo puente de la Reconciliación sobre el Guape, aproximadamente el recorrido dura una hora. Igual se va en carro o en moto.

Este río, el Guape, que con su orilla derecha baña al poblado, en tiempo de “verano” es el principal sitio de recreación de los lejanienses, bien para nadar en sus frescas y diáfanas aguas o para practicar un deporte extremo consistente en remontar en carro por la orilla izquierda y desde muy arriba lanzarse a las raudas corrientes subidos en neumáticos de llantas. A esta particular actividad allí la denominan “embarcase”.

Pero si el paisaje del Guape es bello, el del río Güejar es asombrosamente hermoso. A la altura de la vereda Miravalles se localiza un extenso sistema de losas de roca sobre el cual las aguas color verde marino corren encajonadas y forman enormes pozos, que han sido bautizados como “las piscinas naturales del Güejar”.

En carro se gasta una hora hasta un punto en que se le abandona, para descender a pie un trayecto algo pendiente que da al lecho del río. Disfrute pleno ofrece el paisaje natural del sitio, que además brinda otros atractivos por un sendero ecológico sobre la margen izquierda. En la última página de este periódico se publican algunas fotos del lugar.

Cabe contar que todos los afluentes que pasamos en nuestros paseos eco turísticos tenían trasparentes aguas. La riqueza hídrica y fresca temperatura de Lejanías tienen su origen en el fronterizo páramo de Sumapaz, compartido por Meta y Cundinamarca. Esa ubicación geográfica hace que la agricultura sea variada, con énfasis en frutales, por ello la marca de Lejanías es “Municipio Frutícola”.

De reciente aparición es el concurso de Carretilleros, que elige al Rey entre los trabajos artísticos elaborados con frutos en estos aparatos de uso campesino. La tradición que exalta la vocación agrícola del municipio comenzó en 2008 y ya ha sido acogida por la comunidad.

Pero nuestra permanencia no hubiera sido completa sin la agradable compañía de Luzelli Quintero E., Dumar Bello N. y René Ramos G., fundadores del festival de Carretilleros, fueron excelentes anfitriones y guías.

Los tres son dueños de notables calidades humanas las que pudimos percibir en su generoso trato y atenciones. En ellos percibimos la imagen acogedora y sencilla de la comunidad lejaniense.

Paisaje natural y su gente son las mayores fortalezas que Lejanías guarda. Desde aquí mi sincero agradecimiento para Luzelly, Dumar y René. Y para los demás habitantes de esa municipalidad el encargo de no dejar deteriorar su patrimonio ambiental y cultural.

viernes, 28 de enero de 2011

Joropo, coleo y turismo

Joropo, coleo y turismo
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy (*)

Temprano el lunes 17 de enero en un noticiero radial escuché una grabación del gobernador del Meta hablando sobre el resultado de un estudio de turismo, el que en uno de sus puntos no deja bien librados al joropo ni al coleo.

Igual pasará si me encuestan y una de las preguntas es si a Cartagena voy por la cumbia y el beisbol de inmediato digo NO, respuesta que supongo darán muchas más personas y que al tabularse le marcará tarjeta roja al folclor y al deporte más representativo de la Heroica.

Algunos amigos defensores del folclor llanero me llamaron para saber mi pensamiento sobre lo dicho por el mandatario, les dije que prefería antes conocer el estudio para opinar sobre el contexto general de la investigación.

Por ello asistí al lanzamiento de la marca Meta en Catama Académico. Quienes colmamos el recinto escuchamos también alarmantes cifras que reportan otras respuestas del estudio contratado, a las que sí hay que pararle bolas.

Como la del elevado índice de bogotanos que no conoce el departamento del Meta y por consiguiente en igual proporción no recomienda visitarlo.

Si el plan trazado hace años son los millones de capitalinos, esas dos variables prenden las alarmas y obligan a las autoridades turísticas del departamento, oficial y privada, a reflexionar sobre el asunto.

Sigo pensando que el joropo y el coleo son componentes de la rica oferta turística metense, así que mejor es devolverles sus patrones ancestrales, quizá se tornen más atractivos para el turista.

Sobre la nueva marca del Meta espero no vaya a tener la efímera vida de la de “El Meta te toca el corazón”, lanzada hace cinco años pero sin incidencia nacional según lo muestran los resultados del estudio aquí referido.

(*) osalpamo09@hotmail.com

jueves, 13 de enero de 2011

Todo por amor

Todo por amor
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy (*)

Contaré hoy una trilogía de hechos que si no fuera porque los he escuchado relatar por sus actores y testigos, no les daría credibilidad alguna pues resultan macondianos.

Su tema es el amor y ocurrieron en tierras metenses. Pienso que pueden servir de inspiración a Silvia Aponte, Edmundo Díaz, Carlos Pachón y Nayib Camacho, literatos amigos.

Unos siete lustros atrás cumplí el trabajo de censar población rural en sector límite con Cundinamarca, por la vía a Bogotá.

Cierto día llegué a una vivienda y al preguntarle a la mujer que con algunos niños allí estaba si más personas residían en esa casa, me dijo que otras dos: su marido quien en el día se iba para la montaña a aserrar madera con una compañera que le cocinaba. La tarea de quien me atendió era la de cuidar sus hijos y los de la otra mujer, cuyo padre común era el aserrador.

Los demás hechos los supe hace poco. Al entrevistar a un enamoradizo pensionado de Obras Públicas, me dijo que en los años ochenta en un viaje a Puerto Gaitán llevó a su hijo de brazos, habido por fuera del matrimonio, y que en una tienda de la ruta paró para mostrarle el bebé a una noviecita diciéndole que viera la pinta que él sacaba.

El subliminal mensaje hizo que ella le dijera al papá que quería tener un hijo con el pretendiente o caso contrario se le lanzaba a un carro en la carretera. Ante esa amenaza el padre le dijo: ¡hija, usted para qué se va a suicidar tan joven!

El teatro del último caso fue un pueblo del Alto Ariari. Allí el arpista del colegio conquistó a una chica que tenía amores con otro estudiante del plantel. El derrocado novio para vengarse de tajo de su rival músico, sencillamente optó por prenderle fuego al aula de instrumentos llaneros del colegio.

(*) osalpamo09@hotmail.com