miércoles, 31 de agosto de 2011

Ecos del "2do. Encuentro con la historia de los Llanos"

Ecos del “II Encuentro con la historia de los Llanos”

Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy/ Comunicador Social comunitario, investigador de la Historia y la Cultura regional

Resulta paradójico que la Unillanos sin tener programa académico de Historia haya sido matriz para el nacimiento de dos eventos académicos de esta ciencia. El primero fue el Simposio de Historia de los Llanos Colombo Venezolanos, de carácter internacional cuya primera edición se cumplió con inusitado éxito en Villavicencio en el año 1988.

Desde entonces, cada dos años este certamen se ha realizado en llaneras ciudades de Colombia y Venezuela, el más reciente fue en Támara, Casanare y el del 2012 será en San Juan de los Morros capital del estado Guárico, Venezuela.

De más reciente data es el Encuentro con la Historia de los Llanos, cuya segunda edición ocurrió en el mes de agosto último, orientado desde su aparición por la Oficina de Internacionalización y el grupo Investigativo TRADO del programa de Economía.

Coincidencia grande es que estos certámenes de historia unillanistas han tenido la vinculación de la notable historiadora norteamericana Jane Rausch.

La segunda versión del Encuentro con la Historia de los Llanos, ocurrida en el auditorio Jaime Garzón de la sede San Antonio los días martes 23 y miércoles 24 de agosto de 2011, me permitió observar una particular sinergia entre los participantes, léase ponentes y el público.

Ese encuentro de gustos y pensamientos críticos sobre nuestra historia regional coadyuvaron al éxito del certamen, que tuvo la alianza de la ESAP con su grupo de investigación Estado y Poder.

Otro aspecto que quiero resaltar es que el certamen también fue lugar de encuentro de investigadores históricos de significativa trayectoria con noveles figuras de ese ejercicio académico, en su mayoría oriundas del territorio, quienes presentaron trabajos sobre nuestro pasado en los cuales con rigor académico expresan contenidos y análisis profundos.

Indudablemente este efecto, o valor agregado, evidencia para bien el relevo generacional con la mira puesta en la historia orinoquense, ciencia social a la que en nuestra región se le brinda poca relevancia en lo pertinente al apoyo investigativo, por parte de las instituciones oficiales y privadas.

De especial significación dentro del II Encuentro con la Historia de los Llanos fue la presentación del libro “De pueblo de frontera a ciudad capital: la historia de Villavicencio, Colombia, desde 1842”, en su traducción al idioma español, cuya autora es Jane Rausch.

Este producto bibliográfico fue posible gracias a la alianza Unillanos-Banco de la República, sede Villavicencio. Su edición en inglés ocurrió en el año 2007 en Estados Unidos.

Una de las inquietudes surgidas entre el público asistente a esta segunda versión del Encuentro es la de Omar Eduardo Gómez Reina, villavicense Maestro en Artes Plásticas, quien plantea la urgente necesidad de fundar en la capital del Meta bien un Centro Interdisciplinario de Estudios Sociales o un Observatorio de Estudios Sociales y Culturales de la región.

Hay que decir que el certamen de excelente factura académica sobre la historia del territorio, merece mayor articulación con las diferentes dependencias de la Unillanos relacionadas con su temática, pues como sabemos este centro de educación superior tiene como radio de acción la Orinoquia colombiana.

Se anuncia que la tercera versión del evento tendrá modificaciones en su metodología y contará con la participación de invitados internacionales.




Cuatro décadas de momentos culturales

Cuatro décadas de momentos culturales

Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy /Comunicador Social comunitario/ Ex Director de la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán

Con el nacimiento, en la década del setenta, de la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán de Villavicencio, soportada por dos fuertes columnas: la Biblioteca Pública y la Escuela de Artes la capital metense entró a disfrutar de una entidad dedicada a generar procesos culturales en una ciudad que comenzaba a romper su angosto perímetro urbano.
Antes se había fundado la Academia Folclórica departamental, especializada en las disciplinas de música y baile llanero.

La institución que en agosto de 2011 llega a su XXXX aniversario de vida, ha coadyuvado tanto al nacimiento como al apoyo de otras de finalidades comunes, no solo de Villavicencio sino del departamento.
A través de los años de servicio ha sido modelo para los demás municipios metenses, de manera principal con su biblioteca que es piloto, la que además, ostenta el título de Biblioteca Patrimonial del Meta.

A partir de su creación con la Escuela de Música fue pionera a nivel regional en la enseñanza no formal de canto lírico, con planes de estudio elaborados por reconocidos pedagogos. Para dictar las clases fueron llamados Maestros de renombre nacional. Fruto de ese proceso formativo fue el coro de la entidad.

Mientras la Orinoquia crecía en población y los sentimientos por las raíces llaneras se sembraban a partir de festivales y academias, la Casa de la Cultura villavicense con los servicios acercaba a sus usuarios al contexto universal, como hoy lo sigue haciendo.

Hay que decir que en los cuarenta años de vida que cumple la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán, nombre que ya perdió, la Orinoquia colombiana con políticas de gobierno y más por dinámicas de la sociedad civil ha despegado en los aspectos artísticos y culturales, aunque la preponderancia la sigue teniendo el folclor llanero.

Quizá el Meta es el territorio de la región que en dicho período mayores avances ha logrado en campos como las artes plásticas, audiovisuales y escénicas, así como en bibliotecas públicas; de igual manera, sus ancestrales comunidades indígenas han sido visibilizadas y el pasado precolombino afloró con los hallazgos Guayupes en Puerto Santander, pueblo sede del único museo arqueológico de estos lares.

En la parte periodística nacieron y murieron publicaciones impresas como las revistas Oriente y Trocha, así como la desaparición de Eco de Oriente el más antiguo de los periódicos locales que tuvo tres vidas. También nació Llano 7 días, que justo en este año por asuntos no periodísticos dejó de tener el sabor regional. Del mismo modo, los villavicenses comenzamos a disfrutar de la televisión y de la radio en frecuencia modulada (FM).
Dentro de las grandes instituciones que le sucedieron a nuestra Casa de la Cultura, por su positivo impacto en la construcción del pensamiento regional destaco a la Unillanos, primera Alma Mater de la media Colombia que acaba de cumplir su 36 aniversario. También el surgimiento de la dependencia departamental regente de la Cultura, antes solo existía la de Turismo.

Nuestra cuarentona entidad cultural ha sido matriz de proyectos artísticos, indudablemente el más significativo es la Corporación Batuta Meta, de la que fue progenitora en los años finales del anterior siglo. Como antecedente de la hoy afamada orquesta infantil y juvenil, recuerdo el esfuerzo que hizo la directora Rosita Hoyos de Mejía, Q.E.P.D., para organizar la agrupación infantil con los instrumentos Orf donados por una entidad gubernamental.

Pero hay que decir que en la lucha por su supervivencia financiera también es ejemplo, puesto que desde su creación y a pesar del demostrable alto impacto de beneficio a varias generaciones de villavicenses, las crisis presupuestales nunca la abandonaron.

Así, en el olvido no puede quedar la anécdota de su fundadora Maruja Hernández de Gil, Q.E.P.D, más conocida como Mayuya, quien de manera altruista cuando ofició como directora optó por no cobrar su salario mensual.


Dos lugares para visitar

Dos lugares para visitar

Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy/Comunicador Social comunitario

Los metenses debemos sentirnos orgullosos y agradecidos con Dios y con la naturaleza por tanta riqueza ambiental que le prodigaron a este suelo que habitamos. En este espacio de Tierra Mágica he sido y seguiré siendo reiterativo contando sobre sitios naturales y culturales hermosos que forman la geografía departamental y regional.

Con este preámbulo me dispongo seguidamente a narrar aspectos de dos lugares poco conocidos a los que podemos ir a conocer y disfrutar, puesto que allí ocurren ejemplares misiones ecológicas, que merecen el reconocimiento de la sociedad.

Reservas Naturales Rey Zamuro y Matarredonda (Renarzam): está ubicada en la vereda La Novilla del municipio de San Martín, para ser ecuánime debo decir que a estas dos propiedades se suma la de Las Pampas y que las tres son colindantes con la famosa finca de Matupa.

La característica que al entrar en contacto con sus propietarios de inmediato llama la atención, es que desde la segunda mitad del siglo XIX pertenece a la familia Enciso, lo que quiere decir que su tenencia es de centenario tipo familiar.

De otro lado, la topografía de dichas fincas es de sabana y serranía, situación física que les da connotaciones ambientales de particular complejidad en su flora y fauna nativas, además de tener espejos de agua y ser nacimiento de muchos caños, cañadas y hasta ríos.

Salvo las labores de ganadería no extensiva, la principal actividad que los Enciso allí manejan es la de la preservación y el amigable uso toda la riqueza ambiental de la gran área de reserva, de aproximadamente 1.200 hectáreas, que comprende un espeso bosque en el que aun es posible avistar tigre, venado y otras especies animales ya difíciles de encontrar en esa región distante unos 40 kilómetros de la cabecera municipal.

Tanto en Matarredonda como en Las Pampas, sus casas de habitación están acondicionadas para atender turismo cultural (en lo pertinente a ganadería tradicional) y científico, de ahí que con alguna regularidad reciben grupos universitarios de Bogotá y ciudadanos europeos.

Mayor información y fotografías pueden ser consultadas en la página www.renarzam.com

Jardín Botánico Medicinal de Villavicencio: En el estratégico lugar de Buenavista en la capital metense hace pocos meses la alcaldía puso al servicio una finca a la entrada de la vereda Samaria, en la cual se desarrolló un proyecto de especial preponderancia etnobotánica, puesto que propende por la recuperación y promoción de la medicina tradicional, las plantas medicinales y el auto cuidado del municipio de Villavicencio.

Se trata del Jardín de plantas medicinales experiencia única en Latinoamérica, ubicado en el balcón villavicense, tarea que dirigió el médico Mario A. Caicedo C., especializado en medicina alternativa y energética.

Además de los cultivos de hierbas medicinales y la huerta casera está la zona de compostaje y de lombricultura.

Desde el patrimonio natural en su territorio está el nacimiento del caño Parrado y la laguna El Púlpito. Además es un sitio ideal para el avistamiento de aves y la contemplación del ilímite paisaje de la llanura.

El Jardín Botánico Medicinal con sus diferentes servicios atiende visitas de grupos programados. Esta labor está a cargo de guías, quienes son gestoras comunitarias de salud agrupadas en la Fundación Mastranto, entidad con la que el municipio de Villavicencio suscribió convenio para su manejo.

Como medio de difusión dispone de su cuenta en Facebook: “jardín botánico medicinal”, en la cual hay información detallada de tan importante sitio villavicense.

Dejo pues la inquietud para conocer estos dos lugares, en los cuales se puede entrar en contacto con la naturaleza pura.


Cuatro décadas de momentos culturales

Cuatro décadas de momentos culturales

Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy /Comunicador Social comunitario/ Ex Director de la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán

Con el nacimiento, en la década del setenta, de la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán de Villavicencio, soportada por dos fuertes columnas: la Biblioteca Pública y la Escuela de Artes la capital metense entró a disfrutar de una entidad dedicada a generar procesos culturales en una ciudad que comenzaba a romper su angosto perímetro urbano.
Antes se había fundado la Academia Folclórica departamental, especializada en las disciplinas de música y baile llanero.

La institución que en agosto de 2011 llega a su XXXX aniversario de vida, ha coadyuvado tanto al nacimiento como al apoyo de otras de finalidades comunes, no solo de Villavicencio sino del departamento.
A través de los años de servicio ha sido modelo para los demás municipios metenses, de manera principal con su biblioteca que es piloto, la que además, ostenta el título de Biblioteca Patrimonial del Meta.

A partir de su creación con la Escuela de Música fue pionera a nivel regional en la enseñanza no formal de canto lírico, con planes de estudio elaborados por reconocidos pedagogos. Para dictar las clases fueron llamados Maestros de renombre nacional. Fruto de ese proceso formativo fue el coro de la entidad.

Mientras la Orinoquia crecía en población y los sentimientos por las raíces llaneras se sembraban a partir de festivales y academias, la Casa de la Cultura villavicense con los servicios acercaba a sus usuarios al contexto universal, como hoy lo sigue haciendo.

Hay que decir que en los cuarenta años de vida que cumple la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán, nombre que ya perdió, la Orinoquia colombiana con políticas de gobierno y más por dinámicas de la sociedad civil ha despegado en los aspectos artísticos y culturales, aunque la preponderancia la sigue teniendo el folclor llanero.

Quizá el Meta es el territorio de la región que en dicho período mayores avances ha logrado en campos como las artes plásticas, audiovisuales y escénicas, así como en bibliotecas públicas; de igual manera, sus ancestrales comunidades indígenas han sido visibilizadas y el pasado precolombino afloró con los hallazgos Guayupes en Puerto Santander, pueblo sede del único museo arqueológico de estos lares.

En la parte periodística nacieron y murieron publicaciones impresas como las revistas Oriente y Trocha, así como la desaparición de Eco de Oriente el más antiguo de los periódicos locales que tuvo tres vidas. También nació Llano 7 días, que justo en este año por asuntos no periodísticos dejó de tener el sabor regional. Del mismo modo, los villavicenses comenzamos a disfrutar de la televisión y de la radio en frecuencia modulada (FM).
Dentro de las grandes instituciones que le sucedieron a nuestra Casa de la Cultura, por su positivo impacto en la construcción del pensamiento regional destaco a la Unillanos, primera Alma Mater de la media Colombia que acaba de cumplir su 36 aniversario. También el surgimiento de la dependencia departamental regente de la Cultura, antes solo existía la de Turismo.

Nuestra cuarentona entidad cultural ha sido matriz de proyectos artísticos, indudablemente el más significativo es la Corporación Batuta Meta, de la que fue progenitora en los años finales del anterior siglo. Como antecedente de la hoy afamada orquesta infantil y juvenil, recuerdo el esfuerzo que hizo la directora Rosita Hoyos de Mejía, Q.E.P.D., para organizar la agrupación infantil con los instrumentos Orf donados por una entidad gubernamental.

Pero hay que decir que en la lucha por su supervivencia financiera también es ejemplo, puesto que desde su creación y a pesar del demostrable alto impacto de beneficio a varias generaciones de villavicenses, las crisis presupuestales nunca la abandonaron.

Así, en el olvido no puede quedar la anécdota de su fundadora Maruja Hernández de Gil, Q.E.P.D, más conocida como Mayuya, quien de manera altruista cuando ofició como directora optó por no cobrar su salario mensual.

sábado, 6 de agosto de 2011

Ocurrió hace 65 millones de años

Ocurrió hace 65 millones de años
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy

reciente noticia entregada por Yohoo.com en su portal argentino cuenta que con base en investigaciones científicas, hace 65 millones de años un meteorito se estrelló contra la tierra en el sitio que hoy conocemos como la península de Yucatán en México, dejando un cráter de 200 kilómetros de diámetro, localizado mitad en tierra firme y la otra parte en la profundidad del mar. Hasta la presente solo ha sido estudiada la porción terrestre, en el año 2013 iniciarán estudios en la zona marina.
En la nota la geóloga Joana Morgan dice que luego de esa caída “todo el planeta se alteró tras el impacto del meteorito de Chicxulub”, agrega la noticia que “después del evento desaparecieron

El 75% de las especies marinas, y el 65% de las terrestres, entre ellas los dinosaurios, que por aquella época (el final del período cretácico) eran los amos del planeta. Los nichos ecológicos vacíos fueron ocupados por seres pequeños, entre ellos los mamíferos que, con el proceso de evolución darían origen a los primates y al ser humano”.

Con base en esta nota científica, quiero esta vez recordar que a comienzos del nuevo siglo en caminatas eco turísticas por la cuenca alta de la Quebrada Salinas, en jurisdicción municipal de Restrepo –Meta-, con Carlos Lozano F. y Manuel Torres C. encontramos y recogimos piezas fósiles animales y vegetales.

Lo más repetitivo por allí en las piedras de color negro que arrastra el agua, son las marcas de pequeños caracoles prehistóricos, de características morfológicas similares a los que se les conoce con el nombre de ammonite. El fósil más grande hasta la fecha recogido mide 14 x 11 centímetros.

Según las consultas bibliográficas que he realizado, éstos animales marinos desaparecieron de la faz de la tierra hace 65 millones de años al tiempo que los dinosaurios. Las fotografías de dichas piezas fósiles las he proyectado en diferentes escenarios académicos de Villavicencio y Restrepo.

Ante la coincidencia de los años trascurridos desde la estrellada del meteorito en la península de Yucatán, que reporta el portal de yohoo.com, y los ammonites que accidentalmente hemos hallado en el material de arrastre de la Quebrada Salinas, me atrevo a especular expresando que la región que hoy habitamos sufrió mayúsculas alteraciones geológicas tras el profundo impacto generado con la estrepitosa caída del meteoro en referencia, y que la existencia de caracoles evidencia que por aquí existía un mar.

Reitero que resulta muy pobre o casi nula es la investigación científica, sobre el pasado prehistórico y precolombino de la Orinoquia colombiana.