sábado, 2 de octubre de 2010

Más práxis ambiental y menos discurso

Más praxis ambiental y menos discurso
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy

Con relativa frecuencia en los últimos tiempos ocurren foros y otros certámenes en los que su tema único es el ambiental. Las convocatorias son amplias, los ponentes son reconocidos expertos de talla internacional y tanto las conclusiones como los compromisos son muy sólidos. Pero después de la clausura todo se olvida.

En este momento El Espectador promociona el foro “Prioridades mundiales frente a la destrucción ambiental”, que se cumplirá en octubre y tendrá como figura principal a Mijail Gorbachov, ex presidente de Rusia.

Para la edición del próximo año de este evento del diario bogotano dicen que vendrá Al Gore, ex candidato a la presidencia de USA, personaje que en su momento alcanzó reconocimiento mundial con su documento “Una verdad incómoda”, que versa sobre el calentamiento global, cinta ganadora de un Oscar. En internet se consigue.

Tan férrea postura contra el cambio climático le mereció a Gore el premio Nobel de la Paz en 2007 y el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.

Lo inaudito es que a pesar de que su campaña se apoyó en la temática ambiental, de manera sorprendente sus compatriotas reeligieron a George W Busch.

Volviendo al tema del evento “Prioridades mundiales frente a la destrucción ambiental”, sí que es bueno que nuestras autoridades ambientales del Meta y de los demás territorios de la región rindan cuentas ecológicas antes de irse a Bogotá, porque supongo que sus directivos ya separaron cupo en el citado foro, con gastos pagos por sus entidades.

En la Orinoquia no queremos más congresos ni foros soñadores por parte de las instituciones creadas por el Estado para ejercer la autoridad en los aspectos ecológicos. Ahora la comunidad necesita es que le rindan cuentas de cómo han hecho cumplir la Constitución nacional y toda la legislación ambiental.

O mejor, qué le digan porqué los mapas ambientales del Meta y de la región están tan deteriorados.

Solo por citar el caso de los humedales en Villavicencio, es insólito que esos ecosistemas hayan sido sometidos desaforadamente a la extinción sin mayor escrúpulo por parte de los urbanizadores, hecho que por sentido común quiere decir que para ello contaron con el visto bueno de quienes ostentan la responsabilidad administrativa y jurídica ambiental.

Lo mismo ha ocurrido en otros lugares metenses con morichales, lagunas y esteros, desecados para ampliar la frontera agropecuaria.

Esos atentados ambientales además de violar la legislación colombiana han pisoteado el acuerdo Ramsar, convención relativa a los humedales, que reconoce la importancia de estos ecosistemas como fundamentales en la conservación global y el uso sostenible de la biodiversidad, con importantes funciones y atributos.

El acuerdo Ramsar deriva su nombre de la ciudad iraní en que se ocurrió, fue firmado por Colombia y otros 122 países más y está vigente desde el año 1975.

Señores directores de entidades regentes del patrimonio ambiental metense y orinoquense, antes de organizar más costosos eventos teóricos por favor explíquenos sobre sus responsabilidades en el sombrío panorama actual y parodiando el título del foro de El Espectador, comuníquenle a la opinión pública cuáles son sus “prioridades locales frente a la destrucción ambiental”.

Queda pendiente una respuesta a la inquietud aquí planteada.

Nota: Bienvenida la Maestría en Gestión Ambiental Sostenible, de la Universidad de los Llanos a través de su posgrado en Gestión Ambiental Sostenible. La apertura ocurrió el día viernes 17 de septiembre del año en curso. Mis mejores deseos para el director y demás integrantes del equipo académico de la naciente Maestría.

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