jueves, 16 de diciembre de 2010

Desplazados

Desplazados
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy (*)

Primero fue la plaza de Los Libertadores y luego el parque del Hacha, los sitios tomados por un numeroso grupo de personas que por motivos sociopolíticos se convirtieron en desplazadas y desarraigadas.

Sobre quienes tristemente padecen este tipo de fenómenos sociales León Gieco en su canción “Solo le pido a Dios” dice: “desahuciado está el que tiene que marchar a vivir una cultura diferente”. Por muchas razones Villavicencio se ha convertido por excelencia en ciudad receptora de cientos de compatriotas desterrados de sus territorios, por grupos al margen de la ley.

Justa razón tiene el alcalde Raúl Franco para pedirle al gobierno nacional que asuma la solución de las necesidades básicas que con lógico afán demandan quienes en su jurisdicción se declaran desplazados no solo de sectores metenses. Por copioso que sea, ningún presupuesto municipal alcanza para atender el creciente fenómeno de desplazamiento.

Contrasta esta crítica situación con el recién divulgado escándalo del ministerio de Agricultura, entidad que en 2009 a una firma brasilera compradora de 13 mil hectáreas en la región del río Meta le dio millonaria ayuda a través del programa Ingreso Agro Seguro.
La noticia la publicó la prensa nacional en la víspera del tercer foro de la Altillanura de Puerto Gaitán, pero poca atención mereció.

El caso local aquí referido evidencia la siguiente paradoja: mientras la seguridad democrática les garantizó a unos ir y venir tranquilos a sus fincas, a los ocupantes del céntrico parque villavicense les ocurre lo contrario.
Y mientras la cartera de Agricultura con facilidad entregó significativos recursos a grandes propietarios de predios rurales, los desplazados claman por tener una vivienda digna.

(*) osalpamo09@hotmail.com

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