domingo, 4 de diciembre de 2011

Fiesta centenaria en El Calvario

Fiesta centenaria en El Calvario
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy /Comunicador Social comunitario

Mediando el año 1998 fui por vez primera a El Calvario en ese viaje tuve entre otras oportunidades la de conocer el clausurado primer templo parroquial, al que después demolieron sin respetarle su valor cultural.

Su particular composición arquitectónica y urbanística me llevó a compararlo con un Pueblo de pesebre, así lo consigné en la nota periodística titulada “El Calvario, una ruta por descubrir”, publicado por Llano 7 días, en dicho artículo conté de las bellezas naturales y culturales de esa fría región.

Entonces, en la memoria local y nacional estaba fresco el ingrato episodio conocido como “la pesca milagrosa”, colectivo secuestro perpetrado por la guerrilla sobre la vía a Bogotá, del cual el caserío también fue escenario.

El Miércoles Santo de 2008, de regreso de San Juanito volví a pasar por El Calvario, aquella tarde contemplamos dos atractivos sitios naturales cercanos al casco urbano, primero el salto de agua “El chorrerón” y luego la enigmática “Cueva del diablo”; dicha correría lo organizó el diputado José Luis Silva V.

En febrero de este año amablemente fui invitado por el pedagogo Sérvulo Velázquez a la primera reunión de la colonia calvariuna residente en Villavicencio. El motivo central era determinar la manera como celebrarían el primer siglo de fundación del cordillerano asentamiento humano.

En ese evento, presidido por el alcalde Jairo Morales T., luego de los efusivos abrazos de saludo, los asistentes se agruparon para asumir tareas preparatorias allá y acá, y acordaron que en diciembre sería la centenaria fiesta.

Desde entonces y bajo la coordinación general de la licenciada Lilia Velásquez se desarrollaron actividades de diversas temáticas, con admirable participación ciudadana. Así, ha habido mercados campesinos, banquete pro centenario, foros, diseño de la cátedra de historia municipal y la edición del libro “El Calvario cien años de historia: mirando al Llano y a Colombia.

En reciente evento de presentación del centenario en la capital metense, el alcalde Jairo Morales se refirió a su pueblo como “rincón del departamento del Meta”, yo apunté que El Calvario más que un “rincón” es un balcón enclavado en fría zona limítrofe con Cundinamarca.

No es común entre los metenses apostarle en bloque comunitario a los aniversarios de sus pueblos, por ello hay que reconocer que los calvariunos nos han dado tremendo ejemplo.

Un dato histórico del poblado es que los primeros momentos de su proceso fundacional se remontan a los tiempos de la extracción quinera, en las últimas décadas del mil ochocientos, y de la Guerra de los Mil Días, cuando huyendo de tal conflicto personas oriundas de Quetame llegaron a ese territorio, cuyo primer nombre fue El Baldío.

En el anterior mes de marzo entrevisté a don Pedro Antonio Alvarado, descendiente directo de los fundadores de El Calvario. Entre los muchos datos que me contó, recuerdo el de la manera como los dos primeros habitantes tuvieron que vivir durante un buen tiempo aprovechando un abrigo rocoso, léase cueva, como en tiempos precolombinos.

Al parecer, ese sitio queda cerca del pueblo. También me habló de los diferentes caminos que desde Quetame partían rumbo al naciente caserío.

La fiesta de la Inmaculada Concepción del 2011 marcará el retorno de los calvariunos a su Patria Chica. En esos días los hijos ausentes y los que continúan allí, se encontrarán y con júbilo celebrarán el siglo de fundación de El Calvario, ocurrida bajo la tutoría de la comunidad montfortiana, cuyos religiosos con apostolado y estoicismo guiaron su desarrollo espiritual y material.

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